El futbol es un deporte rápido en el cual las condiciones de un partido cambian de un segundo a otro gracias a una jugada individual o en equipo, un tiro de media distancia o al error de un jugador. Sin embargo, a veces esos factores no son los únicos que influyen en el resultado de un encuentro, pues en ciertas ocasiones un error de percepción modifica su curso e, incluso, el de una Copa del Mundo.
Tal fue el caso del partido de Inglaterra contra Alemania en los octavos de final de la Copa del Mundo 2010 de Sudáfrica: en el minuto 38, el inglés Frank Lampard ejecutó un tiro de media distancia que pegó en la parte inferior del travesaño. Tras el impacto, el balón cruzó la línea de meta, rebotó caprichosamente en el césped y salió de la portería. Ninguno de los árbitros percibió que el balón cruzara la línea de gol y no marcaron la anotación. A pesar de que el partido acabó 4-1 a favor de Alemania, si la anotación hubiera sido validada, la balanza quizá se pudo haber inclinado hacia el conjunto inglés y, con ello, cambiar potencialmente el resto de la Copa del Mundo.
Tras esta situación, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) determinó que no podía darse el lujo de dejar pasar este tipo de errores y decidió incorporar tecnología moderna en el campo para evitar que se repitieran.
En diciembre de 2012, la FIFA invitó a diversos fabricantes de software a presentar ideas y sistemas de detección de goles, los cuales se probaron durante la Copa Mundial de Clubes en Japón. Tras un extenso análisis en el que se consideró la precisión de varios sistemas, así como la relación costo-beneficio, la federación decidió que la compañía alemana GoalControl tenía el sistema ideal para la Copa del Mundo.
¿En qué consiste GoalControl?
GoalControl es una tecnología que incorpora 14 cámaras de alta velocidad (7 para cada portería) distribuidas estratégicamente alrededor del campo, debajo del techo del estadio, con el fin de monitorear los 360° de la meta y cuyo propósito es determinar el momento exacto en que la totalidad del balón cruza la línea de gol.
Este conjunto de cámaras captura 500 cuadros por segundo, lo equivalente a 2 GB de datos que son transmitidos por medio de fibra óptica a un cuarto donde se encuentra un arreglo de 15 computadoras. Esta información es monitoreada automáticamente y luego procesada por un software especial que crea imágenes en 3D de la posición del balón respecto de la línea de gol. Una vez que el software detecta que el esférico rebasó la meta, manda un mensaje a un reloj que porta cada uno de los árbitros del juego. Por supuesto, la señal enviada a estos dispositivos está cifrada para que nadie interfiera en la transferencia. Todo el proceso tarda menos de 1 segundo.
La instalación del GoalControl, que incluye implementación de hardware y calibración de las cámaras, toma alrededor de 10 días y se requiere un grupo de 6 personas para posicionar tanto el cableado como el resto del equipo, mientras que otros 3 sujetos son los encargados de calibrar los elementos del sistema.
De acuerdo con la página oficial de la FIFA, “la instalación y las pruebas del sistema GoalControl en cada uno de los 12 estadios es una de las tareas principales que la FIFA llevó a cabo como preparación a la Copa del Mundo. Todos los sistemas son evaluados por un instituto acreditado por la federación para asegurar que se alcanza el nivel de calidad QUALITY PRO requerido por las leyes del juego. Esto incluye una variedad de pruebas que se efectúan en diferentes condiciones con el fin de calificar la precisión del sistema.”
Las pruebas a GoalControl son tan exhaustivas que tienen en cuenta la deformación que sufre el balón al impactarse con un cuerpo (como la mano del portero) y las considera de manera que el gol será marcado si el esférico cruza totalmente la meta.
Antes de cada partido, los árbitros, entrenados previamente, deberán corroborar el funcionamiento del sistema en ambas porterías y dar su visto bueno para que inicie el encuentro.
Se estima que el precio de instalación del equipo será $260,000 USD en cada uno de los 12 estadios, a lo que se suman $3900 USD por costo de operación en cada partido de la Copa del Mundo. Si consideramos que el torneo consta de 64 partidos, y sumamos la tarifa de instalación, el valor total de esta tecnología asciende a $3,369,600 USD.
El sistema está pensado con el fin de que sólo sea un apoyo para el árbitro, pues él tendrá la última palabra y será el encargado de tomar la decisión final de si el balón cruzó la línea de gol o no.
A pesar de que este es un paso importante para la adopción de tecnología en la toma de decisiones de partidos oficiales, algunos consideran que es importante mantenerla al margen del resto del juego y piensan que es conveniente incorporarla únicamente en casos como el antes citado.
La FIFA y la Premier League inglesa, que será la primera liga de clubes en usar esta tecnología, esperan demostrar a los fanáticos del futbol alrededor del mundo que de su implementación resulta un deporte mucho más justo y libre de polémica.
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