Las Steam Machines son la propuesta de Valve por llevar la PC a la sala de una manera sencilla y amigable. Desde su anuncio, se especula que estos equipos de cómputo buscan competir contra las consolas, pero ningún representante de la compañía confirma o desmiente tal aseveración. Hay muchos enigmas por resolver acerca de las Steam Machines, pero entre más sabemos acerca de ellas, queda menos claro cuál es su verdadero propósito.
Una plataforma eterna
Como acabamos de mencionar, el objetivo de las Steam Machines, a primera vista, es llevar el gaming de PC a la sala, pero esto también implica metas a un plazo más largo. Estos dispositivos cuentan con componentes intercambiables, lo que significa que las Steam Machines no estarán divididas por generaciones, como sucede con las consolas.
La nueva generación de consolas se vio afectada por una total falta de retrocompatibilidad, es decir, no es posible que los usuarios disfruten sus juegos de PlayStation 3 en PlayStation 4, ni sus títulos de Xbox 360 en Xbox One. Esto no es un problema para aquellos que son dueños de ambas generaciones de consolas, pero los nuevos gamers que inician su trayectoria con las nuevas ofertas de Sony y Microsoft enfrentarán problemas si desean experimentar juegos de PlayStation 3 y Xbox 360.
Este problema es inexistente en las PC: sin importar cuántas veces cambies de computadora o componentes a lo largo de los años, siempre tendrás acceso a tu librería completa de juegos. Además, los usuarios de esta plataforma no siempre se ven obligados a comprar el hardware más actual para disfrutar los lanzamientos que lleguen en el futuro.
Por otra parte, uno de los grandes incentivos de las consolas son los juegos exclusivos, piezas de entretenimiento que no es posible jugar en ninguna otra plataforma. Valve no busca exclusividad para las Steam Machines, por lo que su atractivo para las masas reside mayoritariamente en el desempeño y libertad de la PC combinado con la comodidad de la sala.
Variedad sin sentido
La gran discrepancia entre las especificaciones y los precios de las Steam Machines nublan el panorama de la PC como un dispositivo de entretenimiento para la sala, pues aunque Valve no lo quiera, éstas competirán contra PlayStation 4 y Xbox One. La primera generación de estos dispositivos cuenta con el soporte de 14 fabricantes, cada uno con su propia Steam Machine.
Hasta ahora, sabemos que los precios de estos híbridos de consola y PC varían desde $499 USD hasta $6000 USD, debido a los componentes que incluyen. Se dice que las Steam Machines también buscan facilitar que el usuario menos experimentado se introduzca al gaming en PC, ahorrándole adquirir conocimientos para armar su computadora o gastar cantidades de dinero absurdas por un equipo dedicado.
El problema con esto es que ni Valve ni los fabricantes se han dado a la tarea de crear un contenido que oriente a los usuarios no experimentados para darles a entender las diferencias y los beneficios que presenta cada una de las Steam Machines. Además, si estos mismos potenciales compradores sólo están buscando algo en lo que puedan jugar lo que quieran sin problema, hay que tener en cuenta que las Steam Machines más asequibles que se conocen hasta ahora cuestan lo mismo que un Xbox One. Por el momento, las consolas de Microsoft y Sony ofrecen más beneficios tanto en juegos como en servicios, especialmente por los retos a los que se enfrenta SteamOS, sistema operativo de la mayoría de las Steam Machines y tema que tocaremos más adelante.
El mercado al que apuntan las Steam Machines es algo incierto, pues aquellas de especificaciones más bajas están orientadas a ser equipos intermediarios capaces de transmitir juegos desde tu PC a tu televisor, por lo que el usuario ya debe poseer un equipo de cómputo para gaming. Las Steam Machines más costosas están orientadas a los jugadores de PC experimentados y exigentes, pero es muy probable que la mayoría de ellos prefiera armar su propia computadora, lo cual es más barato.
Lo mencionaré otra vez: de acuerdo con Valve, las Steam Machines buscan que la PC se convierta en el centro de entretenimiento de la sala. Por otra parte, su gran discrepancia de especificaciones y precios, propuestas cuyo tamaño deja de ser amigable para la sala (como el caso de la Steam Machine de Webhallen), y el hecho de que ofertas como la de Digital Storm tengan Windows como su sistema operativo primario, sugieren que no todos los fabricantes tienen claro cuál es el objetivo principal de las Steam Machines.
Carne de cañón
Actualmente, hay 14 fabricantes que lanzarán Steam Machines al mercado, y ninguno de ellos es Valve. La compañía de Gabe Newell regaló 300 de sus Steam Machines con el fin de recibir retroalimentación y mejorar tanto el ecosistema de SteamOS como la experiencia con el Steam Controller, pero fuera de eso, parece que Valve no tomará más riesgos hasta que vea qué sucede con la primera generación de estos equipos de cómputo.
Es conveniente para Valve en cuanto a hardware, pues fuera de sus prototipos, la compañía no está gastando dinero para que las Steam Machines lleguen al mercado, y por ahora sólo se enfocará en fabricar y vender el Steam Controller. Un representante de iBuyPower explicó que, para vender una PC con SteamOS preinstalado, cada fabricante debe adquirir una licencia de Valve e incluir un Steam Controller en el paquete. Esto voltea las miradas de vuelta a la Steam Machine de Digital Storm pues, como ya mencionamos, durante su lanzamiento sólo será ofrecida con Windows y no incluirá un Steam Controller, por lo que resulta extraño que aún así Valve la haya presentado como parte de la familia.
No hay que pensar que Valve sólo se hará de dinero con la compra de licencias y Steam Controllers; la compañía está invirtiendo recursos para el desarrollo de SteamOS —que aún se encuentra en Beta— y para incentivar a los desarrolladores a que lleven sus juegos a la plataforma. Además, es incierto si más adelante Valve lanzará su modelo al mercado, suponiendo que las Steam Machines logren establecerse exitosamente.
El éxito de SteamOS es el reto más grande
Los obstáculos de SteamOS inician desde sus raíces: Linux. El sistema operativo de Valve es una distribución del sistema operativo creado por Linus Torvalds y retira todos los componentes que no se relacionan con los videojuegos para asegurar el mejor desempeño en éstos.
A pesar de que Linux ha demostrado el mejor desempeño en este tipo de entretenimiento digital, vive en un círculo vicioso: los desarrolladores no quieren invertir en adaptar juegos a la plataforma porque no hay suficientes usuarios que reditúen el gasto, y hay pocos jugadores de Linux porque no hay tantos juegos. Desarrollar videojuegos para Linux es muy distinto que en Windows; hay muchas razones técnicas, las cuales puedes conocer en el artículo que escribí hace un año para nuestro sitio hermano, LEVEL UP.
El lanzamiento de PlayStation 4 y Xbox One representa un paso hacia adelante en el desarrollo de videojuegos, pues ambas consolas tienen la misma arquitectura de la PC. Esto se traduce en costos reducidos para desarrollar un juego en las 3 plataformas, pero esto no beneficia a Linux, especialmente por la falta de soporte que presentan los principales motores gráficos.
De acuerdo con Valve, Steam tiene casi 70 millones de usuarios activos, y las estadísticas disponibles en su sitio revelan —sin sorpresa alguna— que Windows 7 es el sistema operativo más utilizado por los jugadores de la plataforma, con 50.76%. No sólo eso, 94.56% de los usuarios de Steam juegan desde un sistema operativo de Microsoft, mientras que únicamente 1.07% lo hacen desde una distribución de Linux.
Si no hay juegos AAA compatibles con SteamOS, los usuarios de las Steam Machines continuarán usando Windows como su sistema operativo predilecto para el entretenimiento. Es por esto que Valve está en pláticas con una gran cantidad de estudios de desarrollo y distribuidoras de videojuegos y busca convencerlos de que inviertan en desarrollar para su sistema operativo. Regresamos al círculo vicioso que mencioné hace un par de párrafos: las grandes compañías no invertirán en SteamOS hasta que tenga una cantidad suficiente de usuarios —o Valve ofrezca dinero—, pero esto no pasará si los jugadores no ven una ventaja definitiva en el sistema operativo.
Valve no busca satisfacción inmediata
Las Steam Machines recorrerán un largo camino lleno de obstáculos y seguramente sufrirán tropiezos. Es muy probable que Valve sepa que su propuesta no generará resultados inmediatos, y que deberá perseverar con el fin de que el usuario comprenda por qué le conviene tener uno de estos equipos de cómputo para su entretenimiento.
Otra propuesta emergente que impulsaría de gran manera a las Steam Machines es la realidad virtual. Oculus Rift es un dispositivo que, a pesar de aún no estar listo para su venta, es totalmente sorprendente y, por ahora, sólo puede disfrutarse con una PC; si el headset logra despertar la curiosidad de los usuarios que no cuentan con una computadora para videojuegos, probablemente recurrirán a una Steam Machine para vivir esta experiencia, aunque será muy costoso.
Esto apenas será la primera generación de Steam Machines, y tanto Valve como los fabricantes deben descubrir ese algo que sólo ellos son capaces de ofrecer en el entretenimiento para la sala. Por ahora, sólo queda esperar a ver si estos equipos de cómputo tienen éxito.
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