Un agradable déjà vu

Lo Positivo
- Su esplendorosa pantalla saturada de colores vibrantes y gran respuesta táctil
- El sistema operativo es flexible y funcional
- El teclado QWERTY es uno de los mejores que ha hecho BlackBerry en años recientes
- Gran desempeño tecnológico
Lo Negativo
- El diseño carece de identidad propia y no aporta novedades reales al 9800
- La batería no está diseñada para reproducción de video
Durante años, BlackBerry se mantuvo como el indiscutible líder de productividad en telefonía inteligente, pero ante la oleada de fascinantes smartphones ese liderazgo se fue diluyendo y es así que surge la línea Torch, un intento de RIM por recuperar su trono al mezclar lo mejor del universo táctil con las teclas físicas para ofrecer una experiencia flexible pero, sobre todo, accesible para todo tipo de gente y el 9810 es una versión refinada que promete cautivar tu corazón.
Diseño
Se dice que cuando conoces un BlackBerry los conoces a todos, pero el Torch 9810, tiene sutiles diferencias que lo distinguen del resto. De inicio es un aparato con teclado deslizable, lo que significa que puedes usar su pantalla táctil como en cualquier otro teléfono de actualidad, pero si prefieres la respuesta segura de las teclas tradicionales puedes deslizar la parte trasera para recurrir al clásico esquema QWERTY. Fuera de esta funcionalidad práctica, el diseño es estilizado y atractivo, con la tapa trasera en oscuro metal texturizado que expone gran actitud, además de relieves con efecto destellante.

Cabe mencionar que el peso no ha cambiado en relación a su antecesor –el 9800– y con sus 161g, sigue pareciendo una bestia en tus manos. No es que sea malo, la mayoría que vaya por el 9810 seguramente quiere un dispositivo confiable en desempeño y firme al sujetarlo, si bien los materiales dan esa desafortunada sensación de que a la primera caída se partirá en dos. Dado que las dimensiones tampoco se alteraron, la pantalla sigue siendo de 3.2 pulgadas. Lo interesante es que la resolución creció a 640x480 (de 480x360), traducido en una nitidez envidiable, al grado que no se notan los pixeles y las letras hasta parecen flotar sobre la pantalla; es algo que tienes que ver para creer.
Desempeño
El hecho de que compartan ornamentos, no significa que las dos generaciones de Torch sean idénticas por dentro, este nuevo integrante de la genealogía RIM está potenciado por el doble de poder, comenzando con el procesador a 1.2 GHz, 8 GB de almacenamiento (expandibles a 32GB) y 768 MB de RAM. Cierto es que para los más exigentes y ante la oferta de la competencia, las especificaciones pudieron ser más altas, pero también hay que estar conscientes de la relación con el precio, pues hasta los más aguerridos fans de BlackBerry hubieran protestado por un dramático aumento.
Resulta irónico que la mayor competencia del Torch 9810 no está fuera de BlackBerry sino en otros modelos de la compañía
Por supuesto, el músculo tecnológico va más allá de la presunción, pues hace que todo lo que ejecutes tenga un desempeño impecable. La única queja es que el teléfono toma de 30 segundos a 2 minutos en iniciar después de estar completamente apagado. No es que sea una verdadera molestia, ya que no estarás quitándole la batería todo el tiempo, pero aún así extraña frente a los recursos de sobra que, hablando de la pila, podría decirse que es el punto más negativo del 9810 debido a su pésima duración, y es que si lo usas para hablar, revisar mensajes y hasta navegar en Internet, puede aguantar hasta 8 horas, pero no veas videos porque se drena en menos de 4.

Veredicto
Resulta irónico que la mayor competencia del Torch 9810 no está fuera de BlackBerry sino en otros modelos de la compañía, y entre la Curve que apela a audiencias jóvenes o Bold 9900 que se va por el sector ejecutivo, este novedoso teléfono no tiene mucho espacio para desenvolverse. Su sistema operativo es de lo más accesible y flexible, pero es el mismo que ya presumen sus hermanos, y aunque la cámara tiene buen desempeño, no tiene funciones que sobresalgan al promedio. En pocas palabras, la evolución lleva paso firme, pero hace falta el eslabón que marque un cambio radical y el Torch 9810 está lejos de cumplir ese papel mesiánico.
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