Pantalla brillante y resistente a golpes y rayones
Pantalla e interfaz son responsivas y rápidas
Lo Negativo
La batería requiere recarga casi a diario
Sistema operativo impráctico
El reloj es demasiado grande y el extensible lo hace estorboso e incómodo
El estuche es irremplazable y sin él es imposible recargar o sincronizar el reloj
La industria de la tecnología parece querer adoptar los dispositivos portables a como dé lugar. Son principalmente los fabricantes quienes piensan que éste es el siguiente paso lógico en un mercado de consumo saturado de tablets y smartphones. La propuesta de Samsung fue lanzar un smartwatch capaz de comunicarse con tu teléfono para permitir ejecutar varias tareas desde tu muñeca. Esta prueba de concepto fue bautizada como Galaxy Gear.
Diseño
Para crear este dispositivo, Samsung guardó varios componentes en un pequeño empaque y, a decir verdad, el resultado es relativamente bueno, pues el Gear no es muy grande ni pesado.
La parte frontal está compuesta por una pantalla cubierta por Gorilla Glass 3 que parece suficientemente fuerte para soportar golpes y rayones, aunque no hice una prueba de resistencia. El bisel es ancho, sobre todo en la parte superior e inferior y está acompañado de 4 tornillos que parecen más un adorno que un soporte. Únicamente cuenta con un botón que sirve para encender o apagar la pantalla ubicada a la derecha.
Al final de las correas del reloj se encuentra una pequeña bocina para usar el Galaxy Gear como teléfono. Esta parte del aparato también sirve como seguro, sin embargo a veces se zafa y en otras ocasiones permanece fijo todo el día, así que parece que el mecanismo está basado en la suerte.
El equipo es pesado, pero no lo suficiente para que levantar el brazo sea incómodo ni tan fastidioso como para querer aventarlo luego de unos minutos. Su peso es soportable y te acostumbrarás a traer el dispositivo después de un rato. No obstante, podría volverse molesto debido a las correas plásticas que, sin importar la temperatura, provocarán que tu muñeca sude, de tal manera que precises mover el reloj de lugar para ventilar el área.
Incluye un estuche voluminoso y poco atractivo cuya función es sincronizar el reloj con tu teléfono por medio de NFC, así como para recargar la batería. Si lo pierdes o el reloj se descompone, será totalmente inútil, así que mantenlo en un lugar seguro.
El smartwatch está disponible en varios colores. La carátula sólo cambia a color cobrizo en el modelo blanco. El resto de las variantes mantienen una tonalidad gris en el bisel y únicamente se modifica el color de las correas.
Video Reseña
Pantalla
Galaxy Gear cuenta con un display touch de AMOLED de 1.63 pulgadas y una resolución de 320 × 320. La pantalla se ilumina de manera adecuada aún si te encuentras bajo la luz del Sol, sobre todo si el display está configurado al brillo más alto. A pesar de que, sin duda, ésta es la pieza más importante del equipo, en realidad hay poco que decir, pues la pantalla cumple muy bien su función y en general, es responsiva y de buena calidad.
Desempeño y software
Las especificaciones técnicas del reloj son algo engañosas debido a que son muy altas para un dispositivo de sus características. El procesador es un Exynos de un solo núcleo a 800 MHz, cuenta con 512 MB de RAM y 4 GB de almacenamiento. Por ello, el reloj es rápido y responsivo, pero ni todo el hardware del mundo es suficiente cuando el software es deficiente, como en este caso.
Samsung parece haber aprendido poco de Android y su facilidad de uso, pues decidió implementar un menú jerárquico en el que cada ícono de opciones cubre toda la pantalla, de manera que si, por ejemplo, quieres revisar tus contactos, deberás pasar por muchas opciones antes de llegar a ellos. En sí, esto sucede con todas las aplicaciones y es difícil llegar casi a todas.
La instalación de software adicional se hace por medio de una app especializada que se instala en el teléfono; es sencilla de usar, no es problemática, en pocas palabras, la compañía hizo un buen trabajo en este aspecto. Podrás bajar aplicaciones ―tales como redes sociales― directamente de la tienda de Samsung y ejecutarlas en tu reloj, así como diferentes colores y tipos de reloj, y hasta filtros para tus fotografías. Seguramente habrá más y mejores aplicaciones con el tiempo.
El equipo se controla por medio de gestos. Si estás en la pantalla principal, deslizar el dedo de arriba hacia abajo abre la cámara, mientras que izquierda y derecha te permiten navegar por las opciones. El gesto de abajo hacia arriba abrirá el marcador para poder llamar por teléfono. Podrás cambiar el color de fondo, o si es que quieres que se muestren manecillas o reloj análogo, así como diferentes atajos para las aplicaciones, como la de clima, reproductor de música o la cámara.
El tamaño del dispositivo no permite que existan muchos botones físicos, y Samsung decidió sólo incorporar uno que permite apagar o prender el display y regresar a la pantalla principal. Una vez dentro de un menú, deberás deslizar el dedo de arriba hacia abajo para regresar a la pantalla anterior, y para seleccionar tendrás que tocar la opción deseada. El reloj es fácil de emplear, pero el hecho de que cada opción ocupe el total del display, a veces lo vuelve impráctico.
El Galaxy Gear te permite hacer y contestar llamadas de manera fuerte y clara desde tu muñeca
Entre las opciones que presenta el Galaxy Gear, se encuentran la posibilidad de ver si alguien te está llamando, contestar y hablar directamente desde el reloj, así como controlar el reproductor de música de tu teléfono, ver tus contactos, tu log de llamadas y notificaciones. También podrás contar tus pasos gracias al podómetro integrado. Desafortunadamente, el software de fábrica no muestra notificaciones de aplicaciones de redes sociales, como Twitter o Facebook, por lo que será necesario descargar apps especiales. A pesar de que éstas funcionan relativamente bien, sólo notifican que tienes un mensaje y, sin embargo, no lo muestran. En vez de eso, la app te dirigirá a ver la notificación completa en tu teléfono. Esto frustra el propósito de portar un reloj inteligente en la muñeca.
Experiencia de uso
Todo en el Galaxy Gear se reduce a su experiencia de uso y, desafortunadamente, es aquí donde realmente falla. El reloj es algo pesado y provoca que la muñeca sude aunque no haga calor. El broche que sostiene a las correas se zafa sin previo aviso y usar el dispositivo resulta tedioso. En cuanto a las ventajas del diseño, destaca que la posición de la cámara es cómoda y que la pantalla no se mancha fácilmente.
Algo realmente ineficaz, estorboso e innecesariamente complicado es el estuche con el que viene equipado, mediante el cual el reloj se carga y se sincroniza ―pues carece de un puerto micro USB―. Esta pieza es absolutamente indispensable para el uso del dispositivo y si la pierdes, puedes tirar tu equipo a la basura debido a que no podrás cargarlo ni sincronizarlo nunca más: en esta pieza se aloja el NFC, que es la única manera de hacer pairing entre el reloj y tu teléfono. Es preciso efectuar este paso una sola vez, pero si formateas tu smartphone, no podrás volver a sincronizarlo sin este voluminoso estuche.
Me sorprendió que no fuera posible extraer o transferir archivos al dispositivo por medio de USB, aspecto que sólo es factible mediante la conexión Bluetooth entre el reloj y el celular. Esto vuelve al reloj algo casi inútil si no cuentas con el teléfono cerca.
El software funciona bien en cuanto a desempeño, sin embargo, se queda a la mitad. Como se mencionó, las apps no son tan prácticas y no todas son compatibles con Galaxy Gear, así que deberás esperar a que WhatsApp desarrolle software especial para recibir sus notificaciones en tu muñeca.
Toda la comunicación entre el reloj y el teléfono se lleva a cabo por medio de Bluetooth, y para mi sorpresa, pude conectar el Galaxy Gear al Note 3 mientras éste estaba conectado a una bocina inalámbrica, lo que me permitió manipular el sonido desde el reloj, algo gratificante. También fue posible controlar el estéreo de mi automóvil que, al igual que la bocina, es Bluetooth.
Sin duda, una de las características principales de este reloj es su capacidad de hacer llamadas telefónicas, aspecto en el que cumple muy bien. Es un poco raro hablarle a tu muñeca, pero puedes posicionar la mano como si estuvieras sosteniendo un teléfono en tu oreja y aun así escuchar claramente, aún con ruido de fondo. La persona del otro lado de la línea tampoco tendrá problemas para oírte. En lo personal, no esperaba un sonido tan claro y fuerte de la bocina.
Batería
Otro de los puntos débiles es la batería de 315 mAh , pues todas las actividades que hagas la drenan considerablemente. Por lo general, el dispositivo permanece apagado y sólo se activa al momento de alzar la muñeca, gracias a su giroscopio integrado, lo que resulta práctico y funcional. Sin embargo, si usas la cámara o hablas por teléfono, dile adiós a la batería en poco tiempo. En general, una carga aguantará aproximadamente un día de uso normal, por lo que es preciso recargar la pila en su estorboso estuche todas las noches, lo que obviamente resulta molesto.
Cámara
Tal vez este sea el aspecto más práctico del reloj. La cámara es de 1.9 MP y funciona adecuadamente, el autofoco es responsivo, rápido y sirve la mayoría de las veces. Las fotografías son claras en situaciones de mucha luz. Cada vez que captures una imagen, emitirá un sonido, pero es fácil entrar en modo espía y cubrir la bocina con el pulgar, lo que reduce el ruido 95%.
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La cámara también graba video con una resolución supuestamente de 720, pero sólo graba 15 segundos… ¿qué, en verdad sólo 15 segundos? Sí. No tengo idea de qué estaba pensando Samsung al limitarlo de tal manera. El equipo cuenta con 4 GB de almacenamiento interno, por lo que no hay razón detrás de esta restricción, que resulta frustrante y poco práctica. La calidad del video me recordó cuando grababa con mi Sony Ericsson w800: la imagen no es muy clara, pero tampoco se ven los pixeles reventados por todos lados. Se podría decir que es aceptable para un reloj.
Veredicto
El Galaxy Gear parece una prueba de concepto, como si perteneciera a un experimento de mercado de Samsung para medir la respuesta del público ante este tipo de equipos. El hecho de que se necesite una pieza extra para cargar y sincronizarlo resulta inútil y la vida de la batería es muy corta. La nula posibilidad de transferir archivos por medio de USB directamente del reloj, además de que el dispositivo sea poco independiente y que sólo grabe 15 segundos de video aumenta el sentimiento de ineficiencia. Por otra parte, la cámara funciona bien y las llamadas son fuertes y claras, y si únicamente lo quieres por eso, entonces el smartwatch se vuelve una opción interesante; por otro lado, si buscas un reloj realmente inteligente, deberás esperar un poco más.
Después de mucho tiempo de especulación y tras incontables rumores, Samsung al fin reveló la existencia de Galaxy Gear, su propuesta para el mundo de la tecnología portable. Tal como se esperaba, la conmoción fue exagerada, el deseo de la gente por conseguirlo fue evidente y al mismo tiempo, los comentarios negativos no se dejaron venir. Pero detrás de ese intercambio de comentarios y tras el glamur e impactante diseño de este reloj inteligente se esconden interesantes características que sin duda calentarán motores para una nueva guerra de dispositivos.
Aunque últimamente se habla mucho de la tecnología portable, dicho concepto se remonta a varias décadas atrás, cuando la ciencia ficción apenas tomaba forma en el cine y la TV. Sobran las referencias en el mundo del entretenimiento, desde las detectivescas aventuras de Dick Tracy hasta el futurismo utópico de Star Trek y al parecer, Samsung tomó nota de todo eso para dar forma al Galaxy Gear. Desafortunadamente la fusión de conceptos parece no haber funcionado del todo bien, pues la estética de este smartwatch combina 2 estilos, uno aparatoso de corte industrial y otro, estilizado con toques muy coloridos.
Dentro del bisel de aluminio del Galaxy Gear se aloja una pantalla de 1.63" con capacidad Super AMOLED, lo que se traduce en una resolución de 320 × 320, es decir una saturación de pixeles muy decente para tan pequeñas proporciones. Y para ajustarse a la muñeca de cada tipo de usuario, el reloj está disponible en 6 opciones de color: negro, anaranjado, gris, verde, blanco y amarillo.
El Galaxy Gear pesa 73.8 gr, mientras que un reloj convencional no suele exceder los 40 g
Fuera de la incongruencia estética, las capacidades del Galaxy Gear lo imponen como el reloj inteligente ideal. De inicio, su sistema operativo tiene el mismo lenguaje de Android, así que muchas de las aplicaciones serán compatibles; Samsung dice que durante el primer año de vida de su dispositivo, habrá hasta 60 apps disponibles, incluidas algunas de productividad y entretenimiento. De momento, cuenta con soporte para Evernote, con la ventaja de que se puede utilizar el micrófono para tomar notas de voz, además, tiene acelerómetro y giroscopio que en casos como el de RunKeeper, permite tomar registro de la actividad física.
Por si lo anterior no fuera suficiente, el Galaxy Gear está equipado con una cámara de 1.9 megapixeles, que si bien no fue diseñada para tomar fotografías espectaculares, al menos permite capturar el momento con suficiente fidelidad, ya que tiene enfoque automático y un sensor BSI para balancear los niveles de iluminación. Para guardar esa información y por cierto, todos los datos de aplicaciones, ostenta 4 GB de almacenamiento, además de conectividad vía Bluetooth con ciertos dispositivos (únicamente Note 3 y la nueva Note 10.1, por el momento), en caso de que haga falta más espacio.
Al respecto, esa comunicación se puede explotar de muchas maneras; una de las principales es contestar una llamada por medio del reloj o sincronizar algunas apps para que desplieguen notificaciones en la pequeña pantalla. Como es de esperarse, el desempeño de Galaxy Gear está muy por debajo del de un teléfono, considerando que es mucho más pequeño y que sus componentes son relativamente modestos: tiene un procesador a 800Mhz y 512 en RAM.
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Queda mucho que decir respecto al Galaxy Gear y desde luego, habrá que ver cómo responde la competencia; mientras tanto, Samsung está tomando una buena delantera que definitivamente lo dejará experimentar más con el mercado y tal vez, dominar en el ámbito de los smartwatches del mismo modo que lo hace en el mundo de los teléfonos inteligentes.
Galaxy Gear se distribuirá a nivel global hacia finales de octubre y tendrá un costo de $299 USD o su equivalente en moneda local.
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