Un mouse para gamers que combina buen diseño y desempeño
Lo Positivo
- Sólida construcción con materiales de alta calidad y diseño atractivo
- La plataforma que aumenta el volumen del mouse permite que sea tomado de diferentes formas
- El software cuenta con muchas herramientas para configurar a fondo cada función
- Memoria interna donde se almacenan las configuraciones, lo que evita depender del software
Lo Negativo
- El software tiene una interfaz de usuario poco intuitiva
- Es necesario descargar el software si se quiere desactivar la función para aceleración del mouse
Los entusiastas del cómputo de alto desempeño saben que la marca EVGA ofrece componentes internos de gran calidad y eficiencia, piezas iluminadas con tímidos LED de colores que pasan desapercibidas dentro de un gabinete de computadora. Esto podría estar por cambiar, pues la firma empezará a extender sus dominios con el lanzamiento de una nueva familia de periféricos e iniciará con el arma principal del jugador de PC: el mouse. Estamos frente a la primera incursión del fabricante de tarjetas de video, motherboards, fuentes de poder y soluciones de enfriamiento, en el mercado del hardware de uso común, y como tal, podría fallar por carecer de experiencia al confeccionar un producto que resultara inadecuado para un segmento sumamente caprichoso.
Para efecto de esta reseña, revisamos cuidadosamente el EVGA TORQ X10 Gaming Mouse, que también está disponible en una versión premium con un armazón de fibra de carbono. Todos los modelos cuentan con los mismos componentes internos: sensor láser Avago ADNS 9800 con capacidad para registrar 8200 puntos por pulgada (DPI), cantidad más que suficiente para cubrir cualquier requerimiento de velocidad; Polling Rate máximo de 1000 Hz, lo que asegura un comportamiento óptimo aún en las sensibilidades más altas; e interruptores Omron con una expectativa de vida de 20 millones de clics, por lo que la longevidad no representa problemas.
Diseño
A primera vista, el mouse podría parecer frágil debido a que el diseño permite ver espacios vacíos en su interior, lo cual da una impresión de debilidad estructural; sin embargo, sucede todo lo contario. El TORQ X10 cuenta con 4 piezas fundamentales: la base de aluminio donde descansan el sensor láser y el resto de los componentes internos; en torno a ella se encuentra una pieza de plástico sólido con un acabado brillante, que es la que encargada de otorgar el diseño ambidiestro al mantener la geometría del equipo. En la parte superior se ubica la pieza que alberga los mecanismos de los botones y una pequeña plataforma con el logo de la compañía.
El mouse cuenta con 9 botones programables; 2 de ellos están reservados para las funciones tradicionales (clic derecho e izquierdo), 1 en la rueda de scroll, 2 en los interruptores que controlan las fases de sensibilidad , y cada costado del dispositivo cuenta con 2 botones.
Durante nuestras pruebas iniciales, el diseño geométrico nos hizo activar por error los botones que están cerca del dedo meñique, lo que corregimos con unas horas de práctica. Después de un par de días dejamos de tener problemas con los botones.
La parte superior alberga los interruptores, y puede aumentar 1 cm de altura con la ayuda de una herramienta ubicada en el parte inferior; para activarla es necesario girarla en la dirección indicada. En el mismo sitio existen 6 pesas minúsculas que sirven para ajustar un poco el gramaje; la forma de instalación requiere cuidado especial porque la cubierta es de plástico común y delgado, lo que aumenta el riesgo de fractura. Insertamos 2 piezas de 6 gramos cada una, y aunque al inicio el peso nos pareció insignificante, en la práctica resultó perceptible y la carga extra nos pareció adecuada debido a la manera como sosteníamos el periférico.
La pieza de plástico brillante nos hizo pensar que la experiencia resultaría resbaladiza por su acabado, sin embargo, el mouse se aferra a los dedos sin necesidad de aplicar demasiada presión; no consideramos necesario utilizar las calcomanías antiderrapantes incluidas en el empaque. Por último, en la parte inferior del TORQ X10 se aprecian las amplias superficies de politetrafluoroetileno (PTFE), que ayudan a mover el dispositivo con muy poca frición.
Desempeño / Experiencia de uso
El principal atractivo del mouse es su sensor láser capaz de registrar 8200 DPI, mismos que pueden ser configurados al gusto del usuario mediante los botones ubicados debajo de la rueda de scroll. Cuenta con 5 etapas de sensibilidad listas para usarse en diferentes tareas; por ejemplo, con los valores más altos es posible navegar fácilmente el escritorio de la PC, lo que evita movimientos innecesarios. Debido a que se trata de un producto para jugadores de PC es posible configurar las etapas para un juego en particular.
Con ayuda del software configuramos diferentes perfiles para cubrir distintas actividades. El primero lo dedicamos a tareas de escritorio: incrementamos un poco los DPI (800 aproximadamente), asignamos acciones a los botones de un costado para tomar capturas de pantalla y ejecutar nuestro reproductor de música favorito. Otro lo dedicamos a los FPS: redujimos los DPI a 600 y eliminamos las funciones multimedia. Uno más lo utilizamos para títulos de estrategia donde el requerimiento de velocidad es más alto, por lo que aumentamos casi a 2000 los DPI.
Una de las cualidades principales del TORQ X10 es la posibilidad de aumentar la altura de la plataforma para descansar la mano. Acostumbro tomar el mouse como garra para que al acomodar la palma pueda flexionar los dedos índice y medio, lo que me ayuda a controlar con más precisión el juego con el resto de los dedos. La plataforma me beneficia porque el peso recae en ella, lo que se traduce en precisión y comodidad. Esta característica es sobresaliente porque a pesar de su diseño ambidiestro y de tener un tamaño reducido en relación con otros productos de la competencia, se puede modificar para brindar un agarre adecuado para cada usuario, ya sea que prefiera un equipo pequeño o uno más voluminoso. Adicionalmente, la rueda de scroll está cubierta con una cinta de goma texturizada y su mecanismo de operación se siente pesado, por lo que girar la rueda requiere un movimiento fuerte; esto resulta positivo porque evitará que la actives por error durante una sesión de juego.
La memoria integrada puede configurarse a partir de varios perfiles, por ejemplo uno para tareas de escritorio, el resto para un juego en particular y descartar por completo el programa teniendo la seguridad de que al usar el mouse en otro equipo retendrá todas sus propiedades.
Para finalizar, en la parte inferior del TORQ X10 se aprecian las amplias zonas de PTFE, esenciales debido a que el área de baja fricción es uno de los componentes más sutiles que impactan el desempeño. El equipo funciona sobre diversas superficies, desde mousepads de tela y rígidos hasta aquellos con textura o lisos. A pesar de que la sensación de deslizamiento es agradable en general, encontramos que las plantillas se desempeñan mejor cuando están sobre una superficie rígida con textura, pero cada usuario encontrará la mejor para satisfacer sus necesidades.
Software
Para configurar a fondo el TORQ X10 existe una utilidad que debe ser descargada desde la página oficial de EVGA. El TORQ Unleash Software es una aplicación con todas las herramientas necesarias para afinar cada detalle del comportamiento del mouse, sin embargo, es evidente que aún es una de las primeras versiones del programa porque su diseño es poco intuitivo.
La pantalla que recibe al usuario está destinada a la asignación de botones, es decir, para designar cuál es el número 1, el 2 y así hasta repetir funciones al colocar varias bajo el mismo número. La siguiente pestaña se encarga de asignar acciones a los 9 botones disponibles; aquí se encuentra la posibilidad de programar uno para actualizar información en Twitter o Facebook, tomar una captura de pantalla y hasta abrir el cliente por defecto de correo electrónico. En otra pestaña se encuentran las opciones avanzadas del sensor láser para configurar a fondo las 5 etapas de sensibilidad en un perfil y funciones como activar la aceleración de hardware. En la penúltima pestaña está la opción para crear sencillos macros para tareas más específicas; la última sirve para administrar los perfiles que se encuentran almacenados en el mouse y en el disco duro. El ajuste de los DPI (en sus diferentes etapas, desde 1 DPI hasta los 8200 que desempeña) puede llevarse a cabo en cualquier pestaña, sin olvidar la función con la que se elige el color de LED.
Veredicto
Nuestra primera impresión fue de duda e incertidumbre porque el diseño hace lucir endeble al mouse y porque EVGA carece de experiencia en el segmento de los periféricos especializados en gaming. Sin embargo, después de una semana de uso continuo estamos completamente satisfechos con el producto, pues la combinación de desempeño con diseño poco convencional y líneas excéntricas pero conservadoras, lo hacen adecuado para diferentes tipos de usuario. Al final del día, el EVGA TORQ X10 Gaming Mouse rivaliza con ofertas similares de fabricantes veteranos como Razer, Steelseries y Logitech y vale cada centavo. Por otro lado, el software, que es indispensable para aprovechar al máximo las funciones del equipo, no resulta el mejor.
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