La portabilidad siempre ha sido un tema delicado cuando se trata de laptops especializadas en videojuegos, después de todo, los componentes más sofisticados requieren mucho espacio, sin mencionar que los sistemas de enfriamiento incrementan las dimensiones de manera sustancial. Al final, es difícil superar esos impedimentos. Sin embargo, Gigabyte, cuya experiencia radica en fabricar partes de computadora, pero rara vez en reunirlas en un equipo, desafía el reto de manera magistral con Aorus X7, una laptop delgada y ligera, pero que ostenta genuino músculo tecnológico.
De hecho, tan grande es la proeza, que se trata de la primera portátil en presentar un sistema SLI en un grosor de apenas 22.9 milímetros. Obviamente, no innova por recurrir a 2 tarjetas de video, hazaña de varias marcas y de hace varios años, sino por compactar todo en apenas 2.9 kilogramos, cuando el promedio de las gaming laptops suele superar los 4 kg y casi siempre están por encima de 5 cm de espesor. Lo interesante es que mientras otros asocian el estereotipo de videojugador con diseños exóticos y estrafalarios, Gigabyte prefirió mantener una línea conservadora, si bien muy estilizada.
Ahora bien, dentro de la estructura en aluminio reforzado se aloja la verdadera presunción. De inicio, Aorus está potenciada por un procesador Intel Core i7-4700HQ a 2.4 GHz que, al estar construido bajo arquitectura Haswell, ostenta un consumo energético menor. En cuanto a RAM, el modelo inicial tiene únicamente 8 GB pero, como siempre, la memoria se puede extender, en este caso hasta 32 GB. Y para coronar las especificaciones vigentes, 2 chips de video GeForce GTX 765M, operan al unísono para sumar un total de 4 GB de GDDR5.
La virtud de la X7 es que para garantizar el máximo rendimiento en cualquier condición de uso, recurre a un eficiente esquema de control térmico. Los silicones principales están alineados y sobre el mismo eje se ubican una serie de disipadores que envían el calor a 2 ventiladores en los extremos, los cuales, a su vez, distribuyen el aire de manera uniforme a través de 4 ventilas. Según Gigabyte, el equipo no se sobrecalienta ni aún bajo las circunstancias más demandantes. Por supuesto, dado que no todo el tiempo hay excedente de procesos, Aorus permite controlar la intensidad de ventilación con tan sólo un botón, algo que, por cierto, se agradece para reducir el ruido.
Algo que Gigabyte presume de su X7 son los servicios especializados para jugadores expertos. El principal se llama Macro Hub, un complejo panel con el que se automatizan y simplifican las secuencias de botones. A lo anterior se suma la estructura de tijera en el mecanismo de cada tecla, lo que asegura durabilidad ante el uso rudo. Pero, además, se vale de un avanzado sistema para evitar los conflictos de combinaciones de teclas (problema conocido como ghosting) y en consecuencia, eliminar cualquier error de configuración.
Por último, Aorus presume una pantalla superior frente a su competencia. Así, el panel de 17.3" despliega a 1080p una gama de color NTSC de 75% mientras que, de acuerdo con Gigabyte, el resto de los fabricantes apenas alcanza 45%. Fuera de las comparaciones, lo cierto es que el tiempo de respuesta de 8ms promete reducir el barrido visual a un punto insignificante y los 300cd/m² de luminancia producen un alto nivel de claridad de imagen.
Aorus X7 comenzará a venderse en Estados Unidos a partir de febrero mediante distribuidores seleccionados o en la tienda en línea de Gigabyte. El precio parte de $2099 USD y se eleva hasta $2799 USD, según el aumento en especificaciones, como escalar el almacenamiento a 256 GB de estado sólido y 1 TB magnético.
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