Las computadoras personales tienen un papel importante en la vida diaria de programadores, diseñadores, videojugadores y usuarios casuales. Puesto que es importante que el usuario cuente con un equipo que se ajuste a sus necesidades, Razer conceptualizó Project Christine, una PC totalmente modular, que sin complicaciones técnicas, permitirá una personalización completa, según los requerimientos de cada persona.
Queda implícito que al tratarse de un producto fabricado por Razer, contará con un diseño un tanto extravagante y poderoso, acompañado de luces intermitentes y materiales de calidad. La compañía expresa su afán por brindar una solución para toda clase de usuarios, pero sin duda, se trata de una computadora que ―como bien dice Razer en su eslogan― está hecha por gamers, para gamers.
Project Christine contará con varios puertos con arquitectura PCI-Express, los cuales se sincronizarán automáticamente, lo que posibilitará conectar en SLI hasta 4 tarjetas gráficas, un procesador, varios discos duros de estado sólido, lector de Blu-ray, una fuente de poder y hasta un sistema de enfriamiento que recorre todo el silencioso sistema.
Sin duda, se trata de un concepto sumamente llamativo e innovador, que rompe con el diseño estándar de todas las PC hasta ahora conocidas. Sin embargo, así como la modularidad tiene sus beneficios en cuanto a sinergia, administración del espacio y orden, en este caso en particular, podría haber desventajas.
La tarea de intercambiar un disco duro o una tarjeta de video será sumamente sencilla, bastará con remover uno de los bloques y agregar otro; sin importar dónde decidas colocarlo, deberá funcionar adecuadamente. Una pregunta que resulta inquietante es: ¿qué pasará cuando la arquitectura del procesador llegue a su límite y sea necesario actualizar todo el sistema central? Es claro que esto obligará a los usuarios a renovarla, y esto echará abajo el objetivo de Razer con Project Christine y traicionará el compromiso con sus consumidores.
Project Christine intenta contrarrestar la caducidad provocada por la constante evolución de los componentes más importantes
Otra pregunta es si otras empresas se unirán al proyecto o si Razer fabricará los componentes. Este hecho es muy importante, ya que de contar con el apoyo de terceros, Project Christine podría ser un completo éxito y se convertiría en un nuevo estándar en el mundo de las PC; de lo contrario, sería un modelo aislado, con 2 o 3 opciones para intercambiar.
El futuro de Project Christine es incierto, pero esperemos que dé frutos y esté disponible a un precio justo, claro, dicho factor dependerá del número de aditamentos que decidamos colocar, pero el costo base será decisivo para considerarla una opción viable.
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