Los representantes de la Unión Europea han expresado en reiteradas ocasiones su descontento con Estados Unidos por los reportes de PRISM, la supuesta iniciativa de vigilancia y espionaje conducida por la NSA. Tras varias sesiones de discusión, el parlamento concluyó que para dar solución al problema, será necesaria una investigación formal a gran escala en la que se examinen los procedimientos de monitoreo que mantienen las agencias de seguridad estadounidenses sobre los internautas.
El acuerdo, apoyado por 483 votantes, con 98 en contra y 65 abstenciones, solicitará información al gobierno norteamericano acerca del funcionamiento exacto de PRISM, sus objetivos y el nivel de invasión a la privacidad de los ciudadanos europeos. Esta investigación será dirigida por miembros selectos de la Comisión de libertades civiles del parlamento, quienes además de tener jurisdicción completa para indagar hasta sus últimas consecuencias, tendrán la misión de averiguar si otros países tienen estrategias de vigilancia similares, pues hay reportes de que el Reino Unido, Suecia, Alemania, Polonia y Francia también revisan detenidamente el tráfico en Internet.
La averiguación se desarrollará durante los próximos meses, durante los cuales la comisión deberá reunir información y evidencia, tanto de Estados Unidos como de las naciones europeas, y a final de año se presentarán los resultados. Si la entidad investigadora descubre que, efectivamente, se violaron los derechos civiles, la libertad de expresión y las leyes de privacidad, podrá solicitar que las instituciones, agencias y órganos europeos trabajen para incrementar su seguridad electrónica.
Se rumora que numerosas compañías tecnológicas, como Google, Apple y Microsoft, prestan sus servicios abiertamente a la NSA
Cabe señalar que entre los estatutos de esta iniciativa de la Unión Europea, está la protección y el asilo político a los informantes, como Edward Snowden, que revelen la existencia de sistemas de espionaje que atenten contra la privacidad civil. Lamentablemente para el exagente de la NSA, esa condición sólo se dará una vez que finalice la investigación; mientras tanto, tendrá que seguir buscando refugio en la comunidad internacional.
Por último, el parlamento adelanta que si Estados Unidos traicionó la confianza de sus aliados europeos, los países de la Unión tendrían derecho a no compartir información de viajeros aéreos ni cuentas de banco, un acuerdo que a la fecha ha permitido que tengan éxito operaciones contra el terrorismo y el narcotráfico.
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