Smartphones

¿Por qué Google canceló Project Ara?

Los teléfonos modulares recibieron un ¿mortal? golpe con la noticia

Project Ara había sido uno de los proyectos de Google que más habían causado interés entre la comunidad geek, e incluso entre la gente en general. La promesa de un celular cuyos componentes individuales pudieran ser intercambiados fácilmente según la necesidad del usuario, maravilló al mundo. Lamentablemente, poco después de la presentación de Ara, el proyecto entró en una etapa de silencio durante un par de años, en la que Google mencionó muy poco al respecto. Ahora, un par de años después, es oficial: Project Ara ha muerto.

La noticia sin duda cae de sorpresa. Después de mucho tiempo sin decir nada, Google aseguró durante el pasado I/O 2016 que los primeros dev kits empezarían a ser distribuidos este año, mientras que los primeros teléfonos llegarían en 2017. Ahora, solo algunos meses después, todo quedó en nada. Entonces, ¿para qué anunciarlo?

La cancelación de este proyecto puede tener varias interpretaciones, pero básicamente todo se reduce a que es —más bien era— demasiado idealista. Google siempre fue reconocido por ser una compañía que buscaba, financiaba y/o desarrollaba productos que intentaran mejorar el mundo. Algunos (como Google Maps) representaron una verdadera revolución, pero otros (como Google Glass) simplemente no fueron bien aceptados por el público, ya sea por ser demasiado confusos o considerados innecesarios.

Todo parece indicar que alguien se dio cuenta que, a pesar de ser una compañía miltimillonaria, el "desperdicio" de recursos para financiar el desarrollo de productos no comercializables —al menos a corto plazo— era demasiado. Esa pudo haber sido la causa de la gran reorganización de 2015, cuando se fundó Alphabet. Google pasó a ser simplemente una rama mes de una compañía madre que financiaría diferentes tipos de proyectos, y que intentaría limpiar un poco el desorden que existía hasta el momento.

Para bien o para mal, Alphabet está cumpliendo la tarea, al reducir el número de proyectos no tagnibles y centrarse más en cosas concretas: hace apenas algunos meses logró convertirse en la compañía más valiosa del mundo. No obstante, para lograr algo así, tuvieron que rodar algunas cabezas. Algunos ejemplos son la reducción de recursos para la iniciativa Google Fiber, la renuncia del CEO de Nest, Tony Fadell (y la posterior absorción por parte de Google de todos los ingenieros de la compañía), la descontinuación de la Chromebook 2015, y el aparente cambio de nombre de los Google Nexus. La reestructuración es despiadada y profunda en Alphabet, y por consiguiente, Google. Si la compañía quiere seguir en lo más alto, debe de reducir costos y aumentar réditos. O si no, alguien (Facebook) le puede comer el mandado.

De este modo, Project Ara parece haber sufrido el mismo destino. A pesar de que a primera vista parece ser una iniciativa que facilitaría la vida de fabricantes y consumidores por igual, los especialistas aseguran que no es el caso. Según ReCode, "la separación de un teléfono en componentes puede entorpecer la comunicación entre ellos, así como reducir la vida de la batería, y, finalmente, aumentar los precios de fabricación". Según The New York Times, Alphabet X —la división de proyectos más idealistas y ambiciosos de la compañía— estaba bajo presión debido a la exigencia de desarrollar productos comercializables, más allá de simples "ideas para el futuro". Si Ara no iba a resultar ser tan redituable o fácilmente comercializable, lo lógico era terminar definitivamente la iniciativa... y fue lo que sucedió al final. Así, Alphabet previno un posible fiasco comercial como el sucedido con Google Glass en 2013.

Parece ser que desde su reestructuración, Google ya no es más esa compañía que solo velaba por un "futuro mejor" y más bien se comporta como una compañía más. No obstante, por más triste que parezca esto, es entendible. La competencia en la tecnología y la innovación es cada vez más dura, y todas las empresas tienen que ver por su propia seguridad y supervivencia. Project Ara está muerto, pero al menos logró plantar una semilla que algunos otros fabricantes están intentando germinar, como LG con el G5 o Motorola con el Moto Z. Ahora depende de los consumidores demostrar que los celulares modulares es lo que siempre habían querido y buscado. Si no hay respuesta comercial, todo esto quedará como otra gran idea que simplemente no pudo ser.

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