Ya pasaron más de 4 décadas desde que Jaws (Tiburón) fuera estrenada en cines el 20 de junio de 1975. Si alguna vez la has visto, estarás de acuerdo en que es una de la mejores cintas que Hollywood nos ha brindado. Y no solamente es nuestra opinión, sino que la crítica también le otorga el reconocimiento que merece (por ejemplo, en Tomatazos, está más que fresca, tiene un promedio de 98%).
No es para menos. ¿Recuerdas las sensaciones que tuviste cuando la viste por primera vez? Quizá despúes de verla, se te quitaron las ganas de nadar en el mar, como a muchos otros espectadores de todo el mundo: el miedo que provocó en el público fue inigualable. Son contadas las cintas que han conseguido un efector similar: toda una generación le tuvo pavor a los tiburones por culpa de Jaws. Además, la manera de contar una historia de terror fue inmejorable: aunque se basó en la novela homónima de Peter Benchley, cuyo trasfondo puede considerarse como "un cuento moral sobre los peligros de las relaciones sexuales extramaritales y la incapacidad de un padre débil para controlar su familia y su comunidad", Steven Spielberg y el resto del equipo involucrado en el filme lograron que una película estilo serie B donde una criatura malévola asecha a un grupo de personas trascendiera hasta volverse un fenómeno cultural. Tanto así que luego de su estreno varios formularon interpretaciones sobre Jaws. No sólo es una película que gira en torno a un tiburón asesino. Algunos deducen que es una interpretación de la masculinidad en crisis e, incluso, "una parábola paranóica 'post-Watergate' sobre las figuras de autoridad corruptas".
Pero la manera en cómo nos fue contada Jaws no es lo único por lo que cobra relevancia en la historia del cine moderno. Recordemos que con esta cinta Spielberg se consagró como director —era apenas un novato de 26 años cuando la grabó—. Años después, se le pertimió que en futuros proyectos tuviera bastante autonomía; su nombre empezó a ser reconocido y la cinta lo llevó a tal grado de prestigio que lo convirtió en uno de los multimillonarios más jóvenes en los Estados Unidos y, tiempo más tarde, en acredor de varios premios Óscar. En resumen, si no hubiera participado en Jaws, ni E.T. the Extra-Terrestrial ni Jurassic Park o Indiana Jones existirían.
Otra característica que ha catapultado a Tiburón como un clásico del séptmo arte es la utilización de los efectos especiales. En aquella época en que se realizó, todavía no nacían los actualmente usados efectos CGI. Por lo tanto, tuvieron que elaborar un tiburón animatrónico. Este proyecto estuvo a cargo de Bob Mattey, quien lideró alrededor de 40 personas para su construcción, pues ya tenía experiencia en labores similares, había elaborado un calamar gigante para 20,000 Leagues Under the Sea. El animal mecánico, Bruce —llamado así en honor del abogado de Spielberg, Bruce Ramer— no era tan fácil de maniobrar, requería el apoyo de 12 personas para ser accionado, y representó un verdadero escollo al momento de la filmación, ya que en tierra funcionaba a la perfección; sin embargo, cuando lo colocaban sobre el agua, empezaba a funcionar mal. Esto ocasionó que el rumbo de algunas escenas, que los tiburones se volvieran aún más terroríficos (en total, se usaron 3 animales mecánicos), por medio de la insinuación de su presencia. Spielberg decidió efectuar varias donde los ojos de los tiburones eran los protagonistas. En conjunto, las tomas y la banda sonora estremecieron al espectador y acentuaron el supenso del filme.
Ya que mencionamos el aspecto sonoro, debemos ahondar en él, pues es un elemento imprescindible que convirtió a la cinta en un éxito popular. Específicamente, trataremos el tema principal, mismo que procició que su creador, John Williams, ganará su segundo Óscar por mejor música original. Tan sólo 2 notas con un toque orquestal fueron suficientes para recrear a la perfección una densa atmósfera de suspenso, donde unos simples sonidos alertaban que la muerte y el peligro eran inminentes. Pronto, la melodía se volvió un objeto cultural, al igual que los sonidos de Psycho. Al contrario que Spielberg, en la década de los 70 Williams ya contaba con un enorme currículum. Pero, sin duda, el trabajo en Jaws fue un gran impulso para su carrera. Después de componer la melodía, llegaron otros éxitos, entre ellos, la saga de Star Wars.
Finalmente, describiremos la razón primordial por la que Jaws forma parte de las películas más importantes en la historia del cine: fue un parteaguas que cimentó lo que ahora conocemos como blockbuster veraniego. Muchos consideran que fue el primero, y que junto con The Empire Strikes Back y Return of the Jedi conformaron el concepto mencionado, porque establecieron nuevos puntos de referencia para la rentabilidad de una franquicia de temporada. Jaws se estrenó en 464 pantallas a lo largo y ancho de norteamérica, y tuvo una campaña de publicidad sin precedentes: aproximadamente fueron gastados 2,5 millones de dólares para promocionar la cinta; playeras, libros, colgantes y hasta helados referentes a Tiburón se vendieron al por mayor en todos lados e, inclusive, en TV proliferaron las notas derivadas de la película. Jaws se convirtió en un evento de masas, propicio de secuelas. Cuando se cumplieron 59 días de su estreno, ya se proyectaba en 954 salas de cine y había conseguido $100 millones de dólares.
Por haber redefinido esencialmente los modelos económicos de Hollywood y sobresalido en otros aspectos más, Jaws seguirá siendo recordada por marcar un antes y un después en la industria cinematográfica. Sus consecuencias todavía son visibles, todo aquello que rodeó esta cinta no fue más que un fenómeno parecido a la forma en que actualmente nos venden el cine: hasta en la sopa, secuelas y más secuelas, mercancía que nunca se agota en existencias.
El lunes se cumplieron 41 años de su lanzamiento; es el momento ideal para que la volvamos a ver, en cualquiera de sus presentaciones, y fijarnos en cada detalle que la convirtió en una de las obras más memorables de la pantalla grande. ¿Cuál es tu escena favorita o aquello que más recuerdas de Jaws?
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