Varios medios de entretenimiento, el cine, la televisión, la radio, se están encaminando más y más a los servicios de streaming. La música no es la excepción. Es más: para dicha industria, el formato de streaming ya representa, al menos en Estados Unidos, una de las mayores vías de ingresos. La Recording Industry Association of America (RIAA) reportó que el año pasado, esta clase de consumo musical superó por muy poco a las descargas digitales, además de que en general, los resultados son la mezcla más equilibrada de ingresos en la historia reciente.
Aunque por estos datos pareciera que el ecosistema de la industria musical tiene buena "salud", otras estadísticas esclarecen que no es así. Digital Music News informa que los ingresos provenientes de descargas digitales están cayendo y caerán de manera drástica en los próximos 5 años (generarán la mitad), y que este margen de pérdidas es más rápido (-14.3%) que el del formato físico (-12.3%).
¿A qué se debe este declive? Dentro de muchos factores, están la infranqueable piratería y las plataformas musicales gratis de streaming, las cuales producen más ganancias conforme transcurren los días. Como ya había comentado, esto también es causa del consumidor y de sus hábitos; sale más barato pagar una cuota mensual para escuchar una infinidad de canciones que andar comprando disco por disco.
El futuro ya nos alcanzó y por más que nos resistamos a escuchar nuestras canciones preferidas en streaming, terminaremos por hacerlo. Así como las descargas digitales se adueñaron de una parte del mercado del CD y compañía, ahora Spotify, Apple Music y la horda de servicios de su misma calaña son y serán una de las mayores fuentes de ingresos para los músicos y de contenido para su público —inversionistas de Vivendi, creen que, en el siguiente lustro, "el 5% de todos los usuarios de teléfonos inteligentes (más de 250 millones de personas) pagarán por una suscripción de música en streaming".
Mientras que el panorama del escucha es favorable (le ofrecen más por menos), el de los artistas no es de esa manera. En reiteradas ocasiones, ha salido a la luz el mayor problema que trae consigo el streaming: la poca remuneración que otorga a los creadores. Se sabe que Spotify regresa 70% de las ganancias a la industria musical, pero aparentemente eso no es suficiente para los artistas, no ganan ni un centavo de dólar por reproducción.
¿Existe una solución para este asunto? De momento no se me ocurre algo viable que mejore la situación entre los músicos y el streaming. ¿Más alianzas y contenidos exclusivos? Tal vez. Si el estado de la relación no mejora, será interesante ver cómo los gigantes del streaming musical la remedian, pues ya viste que dentro de unos años serán el sostén de la industria, no hay marcha atrás.
Reitero: nuestro deber como consumidores de música es seguir comprando discos, vinilos y descargas y asistir a conciertos, ya que a veces, de ahí sale la mayor parte del ingreso de aquellos músicos que tanto nos gustan. Mientras aportemos esos granos de arena, esas vías de remuneración no desaparecerán. Es cierto que el streaming le está dando un respiro a la música, pero por lo visto otorga más perjuicios que bondades, es un falso redentor. ¿Cuál es tu opinión sobre este tema? ¿Qué te parecen los servicios de streaming musicales?
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