En la inauguración de la National Earthquake Conference que tuvo lugar del 4 al 6 de mayo del presente año en Long Beach, California, el director de la Southern California Earthquake Center (SCEC) dijo que “La parte sur de la falla de San Andrés parece estar cargada y lista para disparar.”
Los científicos creen que pronto podría ocurrir un terremoto de entre 7.0 y 8.0 en la escala de Richter, debido a que las placas tectónicas de la falla de San Andrés han acumulado estrés (energía) desde 1857. Los investigadores basan estas teorías en el movimiento de las placas de la región y en el hecho de que los terremotos liberan aproximadamente 4.9 metros de estrés cada siglo. Por lo tanto, el hecho de que no se haya dado ningún terremoto en el área sur de la falla de San Andrés desde hace tantos años, hace pensar a los científicos que tanta energía acumulada tiene que ser liberada en algún momento y mientras más tiempo pase, más fuerte será el terremoto.
En 1906, la ciudad de San Francisco fue testigo de uno de los terremotos más fuertes del siglo 20. Esto liberó mucho estrés de las placas tectónicas, pero sólo fue en la parte norte de la falla, mientras que la parte sur se ha mantenido en completa inactividad.
Otro de los factores de riesgo es la actividad de la falla de San Jacinto que se encuentra paralela a la falla de San Andrés. Los investigadores creen que si la falla de San Jacinto provocara un terremoto de menor grado (4.0 a 5.0), podría ser el catalizador que provoque el tan temido movimiento de la falla de San Andrés que cause un terremoto de gran magnitud.
Los expertos creen que este terremoto podría ocurrir antes de 2018, pero el problema con los temblores es que los científicos no pueden saber con exactitud cuándo ocurrirán, sólo pueden saber dónde y qué tan grande podría ser.
Aunque la ciudad de Los Ángeles no se encuentra directamente bajo la falla de San Andrés, sino a 48 kilómetros de distancia, se verá gravemente afectada cuando este terremoto tenga lugar. Mucha de la infraestructura de la ciudad ha sido diseñada para soportar temblores de alta magnitud, pero aún así, se estima que los daños materiales sean de miles de dólares y se esperan muchas pérdidas humanas.
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