Ciencia

En tus pulmones hay millones de bacterias y eso es buena noticia

Bacterias amigas

El aire, la comida, los árboles, la tierra y todo lo que nos rodea está lleno de microorganismos y bacterias que cumplen diferentes funciones para que la vida florezca y esto tiene un fuerte efecto en nuestra salud física y mental.

El estomago no es el único órgano de nuestro cuerpo que contiene miles de microorganismos que son beneficiosos para nuestra salud, los pulmones también cuentan con su propio microbioma.

En la actualidad sabemos más sobre estos microorganismos gracias a la genética. En el pasado, identificar los tipos de microorganismos que se encuentran en los pulmones era muy difícil, ya que dependía de lograr reproducir estos organismos en un laboratorio y con muchos tipos de bacterias esto era casi imposible. El gran cambio es que ahora los científicos utilizan un método llamado secuencia del ADN que se realiza a partir de una muestra tomada de los pulmones o de esputo (la mucosidad que se genera cuando tenemos una infección).

El microbioma pulmonar es algo bueno o malo?

Es sabido que las bacterias en los pulmones pueden ser dañinas y su multiplicación puede causar neumonía, que a pesar de ser tratada con antibióticos, puede ser mortal. Sin embargo parece ser que por lo general el microbioma pulmonar existe en un estado balanceado y no permite que las bacterias dañinas se reproduzcan lo suficiente para causar neumonía. De hecho es posible que la existencia de una gama tan diversa de microorganismos sea lo que mantiene a raya la presencia de bacterias dañinas que causan enfermedades.

Existe una cantidad de razones por la que el microbioma pulmonar es importante. Puede cambiar cuando tenemos enfermedades subyacentes de pecho, especialmente aquellas que causan cambios estructurales en los pulmones. Un buen ejemplo es la fibrosis quística, la cual provoca que una falla en un gen cambie una proteína que regula el movimiento de sal que entra y sale de las células, lo que termina resultando en esputo pegajoso e infecciones, que a su vez pueden causar daños estructurales de las vías respiratorias -una condición llamada bronquiectasia.

Esto facilita el crecimiento de algunos tipos de bacteria en los pulmones como los pseudomonas que son muy difíciles de eliminar. La inflamación continua de los pulmones lleva a más daño y a empeorar las enfermedades de pecho, por lo que el tratamiento pretende eliminar este tipo de bacteria dañina pero es muy difícil de erradicar una vez que la infección se establece.

Recientemente la tensión se ha centrado en tratar de identificar si los cambios en el microbioma pulmonar se encuentran ligados a padecimientos más comunes como el asma o la obstrucción pulmonar crónica. Investigaciones recientes sugieren que las bacterias en las vías respiratorias de pacientes con estas condiciones son diferentes a las de personas sanas. Esto plantea la posibilidad de que la presencia de diferentes tipos de bacteria pueden ser responsables del desarrollo de estos padecimientos o de alterar la severidad de la enfermedad existente.

Si se prueba que los diferentes tipos de bacterias en los pulmones son en parte responsable por el desarrollo de enfermedades respiratorias, el alterar el microbioma pulmonar podría ser un tratamiento efectivo. Alterar el microbioma al administrar bacterias benéficas en el sistema digestivo o en los pulmones ha sido probado en animales, pero existen ejemplos de este tipo de tratamientos con otros tipos de enfermedad, particularmente condiciones que afectan el sistema digestivo, por ejemplo el síndrome de colon irritable.

Alterando el microbioma pulmonar

La interrogante más importante es si alterar el microbioma pulmonar puede ser una ayuda para tratar o prevenir enfermedades respiratorias. Un buen ejemplo es el asma. Existe la teoría de que el asma es más común en países donde las personas no han sido expuestas a diferentes tipos de bacteria desde bebés (una teoría llamada hipótesis de la higiene).

Algunas investigaciones sugieren que el riesgo del asma puede ser reducido mediante la exposición temprana a diferentes tipos de bacterias y microorganismos, por ejemplo, pasar más tiempo en ambientes más sucios como granjas.
El aire del bosque

Investigadores japoneses sugieren que al respirar el aire del bosque, estamos absorbiendo microorganismos beneficiosas. Los japoneses tienen una palabra para esto: shinrin-yoku o “tomar un baño de bosque”. Los investigadores han identificado 3 grandes factores que nos hacen sentir más saludables. Bacterias saludables, iones con carga negativa y aceites esenciales de plantas.

Desde el comienzo hasta el final de nuestras vidas, las bacterias nos rodean, viven en el ambiente y en el aire que respiramos, incluso nuestro organismo necesita de ciertas bacterias para mantenerse saludable.

Todo está conectado

En un reporte de la “Organización Global de la Salud” se concluyó que: " Considerar a la 'biodiversidad microbiana' como un proveedor de servicios del ecosistema podría crear un puente sobre el abismo que existe entre la ecología y la medicina/inmunología [… ] la relación que nuestros cuerpos tienen con nuestro microbioma es un microcosmos para las relaciones vitales que nuestra especie comparte con incontables organismos con los que compartimos el planeta".

Todo está conectado en el planeta. Recurrir a la naturaleza para sanar cuerpo y mente es un hábito que debemos de recuperar para lograr un equilibrio real entre nuestra mente, cuerpo y emociones.

Aún falta mucho trabajo de investigación sobre la conexión que existe entre la salud física y mental humana y las bacterias con las que compartimos nuestra vida, aire, alimentos y cuerpo, pero es evidente que estos microorganismos esconden respuestas claves para el bienestar de la humanidad y debemos prestarles más atención y cuidados.

Entra aquí para saber más sobre el microbioma humano y aquí para saber más sobre el efecto que tiene pasar más tiempo en contacto con la naturaleza sobre la salud física y mental de las personas.

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