Ciencia

Tripofobia: ¿Por qué esta imagen te causa repulsión?

Qué ñáñaras...

Últimamente internet ha estado lleno de fotografías e historias sobre gente que sufre de una “nueva” fobia conocida como tripofobia, que consiste en la aversión o miedo a hoyos en patrones repetitivos.

Gracias a las redes sociales, las personas que sufren este tipo de fobia han podido encontrar a otros que pasan por lo mismo, se han organizado, han creado grupos de apoyo y foros de discusión en los cuales pueden opinar sobre sus síntomas sin ser juzgados o ridiculizados. Puede que gracias a esto en un futuro cercano esta condición pueda ser reconocida y catalogada como fobia dentro del mundo de la medicina y la ciencia.

La tripofobia es una condición que provoca una reacción emocional al ver imágenes de pequeños orificios agrupados, como colmenas de abejas, la vaina de la flor de loto o cualquier objeto que presente este tipo de orificios en conjunto, pero no sólo las creaciones de la naturaleza son las causantes de estas reacciones, sino también estructuras creadas por el hombre como chocolates aireados, tubos industriales apilados o muchos popotes juntos.

Las imágenes de este tipo de objetos inducen varios síntomas como ansiedad, escalofríos, piel chinita (piel de gallina), comezón, náuseas, ritmo cardíaco acelerado y problemas para respirar.

Las fobias son desórdenes de ansiedad que normalmente se cree surgen por algo aprendido (una mordedura de perro puede desencadenar fobia a estos animales) o por un mecanismo innato evolutivo que pueda sustentar el miedo natural a las serpientes o las arañas. Pero por lo general existe una amenaza, ya sea especifica o general, real o imaginario. Pero las imágenes que provocan la tripofobia no presentan ningún tipo de amenaza y tienen muy poco en común entre ellas aparte de su configuración, por lo cual difiere mucho de otras fobias.

Parece que la configuración de estas imágenes, es la clave para revelar el porque inducen este tipo de emociones en algunas personas.. Aun los individuos que no sufren de esta fobia encuentran aversivas las imágenes tripofobicas, aunque no experimenten los síntomas emocionales. Estas configuraciones le dan a la imagen propiedades matemáticas que son compartidas con la mayoría de las imágenes que causan incomodidad, fatiga visual o dolores de cabeza.

Imágenes con estas propiedades matemáticas no pueden ser procesadas eficientemente por el cerebro, por lo tanto, se necesita de una mayor oxigenación cerebral. En un documento teórico, Paul Hibbard y Arnold J Wilkins, profesores de psicología en la Universidad de Essex, proponen que la incomodidad ocurre precisamente porque la gente evita mirar estas imágenes porque requieren de una oxigenación cerebral excesiva para ser procesadas. (el cerebro usa 20% de la energía del cuerpo y su consumo de energía debe de mantenerse al mínimo)

Así que las imágenes tripofobicas están dentro de aquellas que son intrínsecamente incómodas de ver, Wilkins y Hibbard siguen investigando el porqué algunas personas experimentan estas respuestas emocionales y otros no.

Imágenes de contaminantes como moho y enfermedades de piel pueden provocar asco en la mayoría de las personas, no solo en aquellos con tripofobia. Este asco es probablemente un mecanismo evolutivo que promueve la evasión y tiene valores de supervivencia.

Imágenes de moho y lesiones de la piel, tienen propiedades matemáticas similares a aquellas imágenes que son tripofobicas. El trabajo actual de Wilkins y Hibbard explora si también inducen a un exceso de oxigenación cerebral en conjunto a la incomodidad general. Tal vez la incomodidad es un mecanismo útil no sólo para evitar la oxigenación excesiva, sino para evitar objetos que pudieran representar una amenaza en términos de contaminación y puede que este mecanismo esté sobre cargado en las personas con tripofobia.

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