¿Te has dado cuenta que cuando sales a la naturaleza, ya sea el bosque, el campo o la playa, te sientes más feliz y con más energía? Podrías pensar que la respuesta al porque sucede esto es simplemente porque te alejas del estrés de la ciudad y del trabajo, lo cual es correcto, pero no es la única razón.
Por más de 20 años los científicos han tratado de determinar el por qué estar expuestos a la biodiversidad mejora la salud. Sabemos que un ecosistema diverso soporta una variedad de comunidades bacterianas benéficas que viven a nuestro alrededor y dentro de nosotros. También sabemos que las áreas verdes aun dentro de espacios urbanos incrementan la salud mental y física. ¿Pero cuál es la razón de esto?
El aire del bosque
Investigadores japoneses sugieren que al respirar el aire del bosque, estamos absorbiendo sustancias beneficiosas. Los japoneses tienen una palabra para esto: shinrin-yoku o “tomar un baño de bosque”. Los investigadores han identificado 3 grandes factores que nos hacen sentir más saludables. Bacterias saludables, iónes con carga negativa y aceites esenciales de plantas.
A pesar de la pseudociencia que rodea las maquinas generadoras de iones negativos, hay evidencia de que los iones negativos que se encuentran en el aire pueden influenciar la perspectiva mental de manera beneficiosa. En los bosques y la playa el aire está más cargado de iones negativos, siendo esto un factor posible del bienestar que sentimos al pasear por estos lugares.
Desde el comienzo hasta el final de nuestras vidas, las bacterias nos rodean, viven en el ambiente y en el aire que respiramos, incluso nuestro organismo necesita de ciertas bacterias para mantenerse saludable. Mientras más interacción tengamos con ellas, más felices somos. Esto se debe en parte a las bacterias que habitan nuestro tracto gastrointestinal (microbiota o flora microbiana). Estas bacterias ayudan a la buena digestión y absorción de nutrientes, nos protegen contra patógenos, producen vitaminas (K y B) y estimulan el sistema inmunológico.
Las plantas, y bacterias que viven en ellas, pueden producir aceites esenciales que combaten microorganismos dañinos. A estos aceites o substancias en conjunto se les llama phytoncides, que se traduce como, “Exterminadores derivados de plantas”. Estos aceites naturales tienen un sinfín de usos para el beneficio de la salud física, mental y emocional. Desde tratar la ansiedad, depresión y problemas emocionales, hasta curar resfriados, dolores estomacales, ulceras y problemas cuétanos. Para aprender más sobre aceites esenciales extraídos para el consumo humano entra aquí.
Las bacterias, los iones negativos y los aceites esenciales interactúan y se influencian entre sí. Por ejemplo, los iones negativos y los phytoncides dictan la combinación de microbiota en un ambiente natural. Hay evidencia de que esto mismo puede estar sucediendo en el tracto digestivo humano y su flora microbiana.
Todo está conectado
En un reporte de la “Organización Global de la Salud” se concluyó que: " Considerar a la 'biodiversidad microbiana' como un proveedor de servicios del ecosistema podría crear un puente sobre el abismo que existe entre la ecología y la medicina/inmunología [… ] la relación que nuestros cuerpos tienen con nuestro microbioma es un microcosmos para las relaciones vitales que nuestra especie comparte con incontables organismos con los que compartimos el planeta".
Todo está conectado en el planeta. Recurrir a la naturaleza para sanar cuerpo y mente es un hábito que debemos de recuperar para lograr un equilibrio real entre nuestra mente, cuerpo y emociones.
La psicología ha demostrado que existen las conexiones entre el bienestar mental y la naturaleza, salir a correr al parque en lugar de hacerlo en una caminadora, planear picnics al aire libre o salir a caminar por áreas verdes en tu horario de comida puede traer grandes beneficios para tu salud y tu estado emocional. La organización Children and Nature Network recomienda a los padres que para un sano desarrollo, acostumbren llevar a sus hijos a pasar tiempo en contacto con la naturaleza.
Biofilia:
Sentido de conexión con la naturaleza y con otras formas de vida de carácter innato y producto evolutivo de la selección natural que actúa en especies inteligentes cuya supervivencia depende de la conexión estrecha con el ambiente y de la apreciación práctica de las plantas y de los animales.
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