El ruido de los barcos pone en peligro a las orcas y a los delfines

No pueden cazar y no pueden comunicarse entre ellos

Sabemos que la basura humana es uno de los problemas más grandes que enfrenta el océano, pero puede que haya algo más que no se había considerado antes y que afecta a delfines y ballenas.

El ruido que produce el paso excesivo de barcos puede estar interfiriendo con los sonares naturales de los peces de la costa de Washington, pues el sonido que producen estas embarcaciones interfiere con la ecolocación y biosonar de ballenas y delfines, ambas capacidades vitales para su supervivencia pues las usan para cazar, comunicarse entre ellos e identificar posibles depredadores.

El biosonar es la capacidad de algunos animales de conocer su entorno por medio de la emisión de sonidos y la interpretación del eco que los objetos a su alrededor producen debido a ellos, ya sabes, como los murciélagos.

Hay mucha evidencia que muestra que los barcos producen ondas de sonido de baja frecuencia que interfieren con la comunicación y supervivencia de misticetos (cetáceos barbados o ballenas que se caracterizan por la presencia de barbas en lugar de dientes) pero se ha investigado poco sobre si los barcos producen ondas sonoras que puedan molestar e interferir con las ballenas dentadas.

Ahora, un estudio publicado en PeerJ, investiga cómo las ondas de sonido provenientes de los barcos afectan a las orcas y otros mamíferos del mar.

Para poder encontrar una respuesta a esta incógnita, los investigadores grabaron sonidos que producen los barcos en la costa de Washington. Esta área costera tiene particular importancia debido a que ahí se encuentra una comunidad de aproximadamente 84 ballenas orca en peligro de extinción, las cuales demuestran características sociales, de comportamiento y lingüística muy distintos a los de orcas de otras regiones.

Midiendo los ruidos de casi 1,600 barcos que pasan por el estrecho de Haro en Washington, los científicos encontraron que los barcos producen una gran cantidad de ruido, no solo en las frecuencias bajas como se creía sino también en las frecuencias medias y altas de hasta 20,000 Hz, frecuencia que las orcas escuchan a la perfección. Los investigadores sospechan que el exceso de tráfico de barcos ciertamente interfiere en su habilidad para comunicarse unas con otras, así como para poder cazar.

Algo que también se hizo notorio en este estudio, es que las embarcaciones militares producen frecuencias muy bajas que interfieren mucho menos con el biosonar de las orcas, mientras que los barcos de carga son el mayor problema debido a las altas frecuencias que emiten. Los investigadores sugieren que si los barcos de carga utilizaran la tecnología de las embarcaciones militares, podría reducirse el daño y crear un ambiente marino más silencioso y armónico.

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