Desde hace mucho se asume que la habilidad que tienen los pulpos para cambiar de color es una táctica evolutiva para no ser identificados por predadores, pero un nuevo análisis más profundo del comportamiento de estos animales ha revelado que esto no es totalmente cierto.
Un nuevo estudio publicado en el diario Current Biology indica que ciertas especies de cefalópodos ajustan su color para indicar el nivel de agresividad hacia sus rivales. Los investigadores usaron cámaras bajo el agua para observar el comportamiento de una especie llamada Octopus tetricus o Pulpo común de Sídney, pudiendo observar que la interacción entre los pulpos tiende a estar medida por los cambios en su coloración, junto con otros tipos de lenguaje corporal. Los autores del estudio concluyen en que este tipo de demostraciones coloridas son más una función comunicativa de lo que se creía, rompiendo así la creencia de que los pulpos son animales antisociales.
El estudio reveló que los colores oscuros se asocian con la agresividad. Por lo tanto, cuando 2 pulpos muestran colores oscuros, el encuentro tiende a terminar en pelea, mientras que los animales que muestran un color claro se retiran al ser confrontados por uno con colores oscuros.
Los investigadores también señalaron que los pulpos “posan con la cabeza en alto”, expandiendo sus tentáculos y levantando el cuerpo. Hipótesis anteriores sugieren que este comportamiento representa un intento por buscar un punto alto para observar mejor sus alrededores y ganar ventaja sobre sus predadores o presas. Sin embargo, este último estudio revela que dicha posición corporal no lleva los ojos a un punto más alto, por lo que se cree que no sirve para ese propósito. En lugar de eso, los investigadores proponen que este comportamiento está diseñado para aparentar ser más corpulentos y visibles, comunicando así su fuerza a otros pulpos con el propósito de intimidarlos.
Resumiendo sus descubrimientos, los investigadores afirman que “ya no debemos considerar a los pulpos como animales antisociales y solitarios, o pensar que su comportamiento y patrones corporales han evolucionado únicamente con la finalidad de ser un camuflaje anti depredadores.” Más que esto, ahora debemos centrar nuestra atención en observar y descifrar las diferentes maneras en las que se comunican unos con otros a través de su lenguaje corporal.
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