Esto es lo que le pasa al cuerpo humano en el espacio

Nuestros cuerpos están diseñados para vivir bajo las leyes de la física del planeta Tierra, pero, ¿Qué pasa cuando el cuerpo humano desafía todas esas leyes al tomar un paseo por el espacio?
Sí estás pensando en viajar a Marte o a la Luna, te recomendamos que primero te informes sobre los cambios que sufrirá tu cuerpo en una nave espacial.

1. Tu cuerpo se debilita

El sistema musculo esquelético es el sistema de órganos más grande de todo el cuerpo. Cientos de músculos son utilizados para mantener la postura, sentarse, pararse y realizar una amplia gama de movimientos con diferente peso impuesto por la gravedad en la Tierra.

Los músculos esqueléticos tienen la habilidad de adaptarse a diferentes propósitos que ejercen distintas cantidades de peso sobre el cuerpo, a esto se le conoce como plasticidad. Pero al igual que la inactividad, los viajes espaciales provocan una perdida tanto en la masa muscular como en la esquelética, así como atrofia y disminución de fuerza.

Durante largos viajes dentro de la Estación Espacial Internacional (EEI), los investigadores notaron que 37 miembros de la tripulación experimentaron una baja en la fuerza isoquinética de entre 8% y 17%. Mujeres y hombres se vieron afectados de la misma manera. De hecho esta disminución de fuerza ocurre aun cuando los astronautas han seguido un régimen estricto de ejercicios, lo que significa que viajes con destinos muy lejanos, como Marte tienen profundas implicaciones para los humanos. Los datos muestran que cerca del 30% de la fuerza muscular se pierde después de 110 a 237 días en micro gravedad.

2. Tu corazón se debilita

Muchas partes del sistema cardiovascular (incluido el corazón) son influenciadas por la gravedad. En la Tierra, las venas de nuestras piernas trabajan en contra de la gravedad para regresar la sangre al corazón. Sin gravedad, el corazón y los vasos sanguíneos cambian – y mientras más largo el viaje, más severos son los cambios.

El tamaño y la forma del corazón, por ejemplo, cambian con micro gravedad y los ventrículos izquierdo y derecho decrecen en masa. Esto puede ser por una disminución de volumen de la sangre y cambios en la masa del miocardio.

El ritmo cardiaco (cantidad de latidos por minuto) es menor en el espacio que en la Tierra. De hecho se ha descubierto que el ritmo cardiaco de un astronauta parado en la estación espacial, es similar al ritmo que presenta estando acostado en la Tierra antes del vuelo espacial. La presión arterial también es más baja en el espacio, ya que la cantidad de sangre que es bombeada al corazón disminuye. Sin gravedad, hay una redistribución de la sangre en el cuerpo, más sangre se queda en las piernas y menos sangre regresa al corazón. La atrofia muscular también contribuye a una disminución en el flujo sanguíneo de las extremidades inferiores.

3. La capacidad aeróbica decrece

La capacidad aeróbica es la cantidad máxima de oxígeno que el cuerpo puede usar durante el ejercicio. Esto se puede medir a través de unas pruebas llamadas VO2max y VO2peak. Cambios en los sistemas cardiovascular y muscular causados por el viaje espacial contribuyen a la reducción de la capacidad aeróbica.

Después de 9 a 14 días en el espacio, la capacidad aeróbica se reduce de 20% a 25%, pero pasa algo curioso. Durante estadías más largas en el espacio – digamos, de 5 a 6 meses – después de la reducción inicial de la capacidad aeróbica, el cuerpo parece compensar y los números empiezan a mejorar, aunque nunca regresan a los niveles normales antes del vuelo espacial.

4. Tus huesos se hacen más delgados

En la Tierra, los efectos de la gravedad y el peso ejercido en el cuerpo son necesarios para mantener saludables los huesos. En el espacio esto no pasa. Normalmente los huesos son “remodelados” continuamente y 2 tipos de células son las responsables de esto: Los osteoblastos (encargadas de sintetizar la matriz ósea) y los osteoclastos (encargadas de la reabsorción ósea). Durante el viaje especial el balance de estos 2 procesos se ve alterado, lo cual lleva a una reducción en la densidad mineral de los huesos. Estudios demuestran que, después de 16 a 28 semanas en el espacio, ocurre una pérdida del 3.5% en la densidad ósea, 97% de la cual afecta a los huesos que cargan nuestro peso, como la pelvis y las piernas.

5. El sistema inmunológico se ve afectado

El sistema inmunológico, que se encarga de proteger al cuerpo contra enfermedades, también se ve afectado.
Hay muchas variables que contribuyen a esto, incluyendo radiación, micro gravedad, estrés, aislamiento y alteraciones en el ritmo circadiano, (ciclo de 24hrs en el cual dormimos y despertamos como es normal en la Tierra). En el espacio, los astronautas tendrán contacto con microbios propios, de otros miembros de la tripulación, de su comida y del ambiente, todo esto puede alterar la respuesta inmune y potenciar las infecciones entre los astronautas que se encuentren en la misma nave espacial.

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