La República de Tayikistán, ubicada en Asia Central habitada por un gran número de musulmanes, ha decidido prohibir la celebración de la Navidad —hasta parece salido de una típica película navideña—. El país prohíbe para todos sus habitantes la colocación de árboles de Navidad, la entrega de regalos en las escuelas del país y cualquier cosa relacionada con las costumbres de la época.
En el decreto publicado el martes por el gobierno, establecieron la prohibición de los fuegos artificiales, los banquetes festivos, los regalos y la recolección de dinero. Tal parece que todo está prohibido hasta cantar villancicos —El Grinch se salió con la suya—.
Tayikistán es gobernado por el mismo presidente, Emomalo Rahmon, desde 1992 a quien parecer gustarle las prohibiciones. En 2013 lo hizo con las organizaciones de fiestas de año nuevo así como las representaciones de Santa Claus en todos los programas de televisión. Por si fuera poco, en 2007 puso en marcha una ley que prohíbe celebrar cumpleaños en público, y que además limita el número de invitados a bodas y funerales —este tipo sí que odia la vida—.
Sin embargo, no todo será gris en este peculiar país ex soviético, ya que pondrán un único árbol de Navidad en una de sus plazas principales, y será retirado a principios de 2016.
Quizás lo que el gobierno quiere evitar es el consumismo por parte de sus pobladores y que se caiga en el modelo capitalista que todo el mundo sigue en estas fechas.
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