Pues ya, después de meses enteros de especulación, de semanas donde diariamente había una noticia o 2 sobre el desarrollo de esta nueva entrega, donde todas las marcas y servicios posibles se encargaran de ponernos Star Wars hasta en la sopa, por fin se estrenó The Force Awakens.

Nunca en mis veintitantos años de ir al cine me había topado con un cine lleno a media noche, con todas las salas llenas en un estreno simultáneo y con cientos de fans disfrazados… adultos disfrazados y emocionados. Lo más cercano a algo así era en los estrenos de Harry Potter y nunca a esta magnitud.

La emoción de todos los presentes era evidente , los gritos y aplausos se hicieron presentes con las primeras notas de la clásica tonada de John Williams y entonces comenzó. La visión de J.J. Abrams de esta mitología es refrescante pero al mismo tiempo familiar, no pasa desapercibido en los primeros segundos el lensflare tan característico del director.

Star Wars: The Force Awakens rima perfectamente con la trilogía original, como un eco distante. Obviamente la historia —como prácticamente todas las sagas exitosas llevadas al cine— sigue “el camino del héroe” y algunos quizá encuentren esto repetitivo, pero tiene suficientes elementos nuevos para distinguirse por sí sola como una gran película de acción y fantasía.

Obviamente hay un gran factor nostálgico en juego, ver a un envejecido Han Solo y a Chewbacca abordar el Millennium Falcon es una imagen poderosa, y desde luego que estos elementos juegan en favor de un público difícil: los fans.

Mi mayor miedo con esta película era despertar con cruda moral como le sucedió a los fans hace 16 años con Episodio I, las reacciones inmediatas hacia el filme fueron muy buenas, motivadas por el deseo de más Star Wars, sólo para reconocer un par de días después que no era buena… He repasado en mi cabeza mil veces los elementos que me hicieron odiar Episodio I para buscar algo de ello en esta nueva entrega y afortunadamente puedo decir que no encontré nada de ello.

De hecho, incluso aquellos que no amaron The Force Awakens coinciden en que no es una película mala, que es entretenida, que tiene acción, pero no les gustó porque "se parece mucho a Episodio IV" —¡pamplinas! es como quien no reconoce la genialidad de Mad Max: Fury Road por amarrarse a la nostalgia de las cintas pasadas—. Y tienen razón, las películas se parecen, porque debían hacerlo.

Si quieres verlo de esta forma The Force Awakens es un remake HD de A New Hope, pero un remake bien hecho, conserva todo lo que hizo grande a Star Wars y lo mejora. Te cuenta la misma historia, pero te la cuenta mejor, con más acción y te mantiene al filo de tu asiento en todo momento, ya solo por eso supera al tan amado y sobrevalorado Episodio IV —admítelo, la primera no es tan buena si la miramos sin nostalgia—.

En el terreno visual J.J. Abrams, logró recrear ese aspecto fantástico-espacial que nos ubica en mundos extraterrestres pero al mismo tiempo familiares, mundos posibles y que no se ven artificiales. Gracias a que el director usó locaciones reales y miniaturas en lugar de saturar con pantallas verdes y efectos digitales.

Las batallas, tanto de las naves espaciales como entre los Stormtroopers —¡por fin troopers con puntería! y espadachines luminosos se ven mejor que nunca. Atrás quedaron las coreografías chinas de las precuelas y la solemnidad de las originales, estos sablazos se sienten reales, se lastiman, se esfuerzan, juegan sucio, es acción bien pensada y llevada a la pantalla con maestría.

"Es Episodio IV para millennials." —Armando Soto, servidor y amigo.

Esta cinta se gestó en un contexto social y cultural muy distinto al de hace 30 o 16 años, y se muestra muy complaciente con la representación y equidad, cosa que preocupaba mucho a algunos fans espantados. No pasó por alto para muchos que los protagonistas son un hombre de color y una mujer, que dicho sea de paso es la mejor parte de la cinta —junto a “Bebocho” desde luego—.

Los nuevos personajes brillan por sí mismos, y aunque hay quien pueda pensar que están ahí solo para calmar la sed de representación de “minorías” esto pasa a último plano por lo bien integrados que están a la historia, siendo de hecho los responsables de que la historia se mueva y tome ritmo.

Yo recomiendo mucho que, independientemente de lo fan que seas, vayas a verla inmediatamente porque los spoilers de esta cinta son nivel “Yo soy tu padre” o “veo gente muerta” y pueden cambiar muchísimo tu experiencia al ver la cinta. Esto no significa que su valor radique en estas sorpresas, que incluso llegan a ser predecibles, pero no por eso menos importantes.

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Como fan convertido —es decir que estoy chavo y no viví el auge de Star Wars en los 70s— que creció en un mundo donde Darth Vader es un icono cultural y Star Wars es considerada cultura general, debo decir que esta cinta me dejo mucho, por primera vez me encontré con la incertidumbre sobre la historia de la saga —en las precuelas ya todos sabíamos que Anakin eventualmente se convertiría al Lado Oscuro—. Contrario a otras sagas populares como El Señor de los Anillos o Harry Potter, aquí los fans no tienen forma de saber que iba a pasar, no había libro ni historia previa, nos adentrabamos con temor a territorio desconocido.

Star Wars: The Force Awakens es una película diseñada para reunir a los fans de la vieja guardia con el nuevo público, una nueva generación millennial. ¿Que la cinta se parece mucho a las anteriores? Claro, tenía que verse, oler y saber a Star Wars, con sus personajes más amados y conocidos para enganchar a ambos sectores y de ahí concentrarse en desarrollar algo diferente y cambiar el rumbo para no repetir su historia.

Mi ultimo parrafo es un SPOILER así que procede con precaución.

La escena final captura perfectamente la esencia de esta nueva era para Star Wars, Rey una joven mujer con gran poder en la fuerza representando a los “nuevos fans”, al nuevo mundo en el que queremos vivir, encontrándose con Luke, el último Jedi, quien representa lo mejor de nuestro pasado y que nos recibe nuevamente y nos invita a viajar a una galaxia muy muy lejana.

@Alkoriz