En el vasto universo de la fantasía y la ciencia ficción existen cientos de planetas imaginarios, quizás comparables en número a los planetas que los científicos han encontrado en el firmamento en los últimos 100 años, y es que si existe algo que se compare en majestuosidad y extensión al universo, es sin duda la imaginación humana.
Recientemente se lanzó una petición en línea que estoy casi seguro correras a firmar. ¿Que renuncia Peña? ¿Que manden al exilió a Ricardo Arjona? ¿Que no saquen del aire En Familia con Chabelo? no, se trata de algo realmente noble y de interés para toda la humanidad: cambiarle el nombre a un exoplaneta por Namek, uno de los planetas de Dragon Ball Z.
El planeta en cuestión se llama actualmente Kepler 22B, y fue descubierto en 2011. Es el primer exoplaneta encontrado en reunir las condiciones necesarias para —en teoría— ser capaz de albergar vida, pues se encuentra en la “zona habitable” de su sistema solar.
El planeta muestra bastante parecido al planeta ficticio Namek —o Namekkusei si como yo viste Dragon Ball Z en canal 5— y un grupo de fans se dió a la tarea de lanzar esta petición para que la NASA reconsidere nombrar el exoplaneta 3 en honor a la creación de Akira Toriyama.
La petición lleva hasta el momento 108,745 simpatizantes y sinceramente estaría bien cool que se logrará, porque Kepler 22B es un nombre bastante chafa. La Unión Internacional de Astronomía señala que cualquier objeto en el espacio puede ser nombrado por organizaciones o individuos, pero debe cumplir una serie de requisitos:
- No ser un nombre ofensivo
- No ser un nombre ya ocupado por alguna otra entidad en el espacio
- Ser pronunciable en algún idioma
- Menos de 16 letras
Adicionalmente queda prohibido nombrar planetas con nombres de animales, nombre de politicos, lideres religioso o militares, individuos vivos, o marcas comerciales. Así que si pensabas nombrar un planeta como CocaCola-Putin-Firulais pues no se va a poder.
Por lo pronto el futuro para Namek se ve prometedor, pues de ser aceptado el cambio de nombre y dadas las características del planeta, podría ser en un futuro lejano la cuna de verdaderos Namekuseins, y de ahí a tener las esferas del dragón solo será un viaje de 600 años luz de distancia.
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