El aire en China es tan sucio que está cerca de ser sólido. Bueno, no tanto, pero sí está 2000% más contaminado de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Está tan denso que el artista Wang Renzheng pudo hacer un ladrillo con la suciedad aérea.
Si en México nos quejamos de la nata de smog que cubre el D.F., en China ni siquiera alcanzan a ver los edificios por la suciedad del aire.
Beijing's stunning World Trade Centre #COP21 pic.twitter.com/Q0OOUZdax0
— Tom Phillips (@tomphillipsin) November 30, 2015
Preocupado por la ciudad, Renzheng quiere crear conciencia de los efectos de la contaminación. Por eso inició el proyecto “Dust Plan”.
Por 100 días –del 24 de julio al 29 de noviembre–, con una aspiradora industrial, absorbió el aire de Pekín 4 horas diarias. Cambiaba de lugares para limpiar un poco de toda la ciudad.
Con el material que juntó –y un poco de barro– horneó un ladrillo de tono amarillento para presentarle a la gente todo lo que hay en el aire que respiran.
Los últimos días, los niveles de Pekín se han elevado tanto que en las escuelas los niños no puedes hacer actividades fuera de sus salones, han cerrado autopistas y han pedido a fábricas que reduzcan su trabajo.
“Nuestra ciudad se está llenando de autos y está rodeado de industrias químicas… Nos convertiremos en polvo cuando hayamos terminado con los recursos de la Tierra”. Renzheng
Esperemos que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21), en París logre que los países hagan cambios verdaderos por la salud del medio ambiente –y la nuestra–. Mientras, trata de contaminar menos en lo que puedas para que de este lado del mundo, no lleguemos a ese extremo.
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