Casi todos los perros muestran su debilidad cuando llega la hora del baño —¡la aborrecen! —. Gruñen, se resisten y hasta huyen, pero al final, su nobleza los obliga a obedecer. La ternura resultante, llena de pelos mojados y ojos que te ruegan que jamás les hagas lo mismo otra vez, es una gran experiencia para nosotros, sus compañeros humanos... aún si terminamos con toda la ropa mojada de tanta sacudida de pelos perrunos.
En un intento por capturar esa ternura, la fotógrafa Sophie Garland creó una colección de imágenes —que ahora vende en forma de libro, con el nombre de Wet Dog— en la que aparecen toda clase de perros, desde los que no tienen tan mala opinión del baño, hasta los que recurren a una mirada desafiante para expresar su fastidio.
El proyecto de esta chica no es una simple ocurrencia. Sophie se ha dedicado a labores altruistas en favor de los animales desde que era muy pequeña, gracias a que su hogar siempre estuvo lleno de mascotas. Y de hecho este trabajo reciente es parte del esfuerzo #AdoptDontShop, para que la gente de todo el mundo prefiera adoptar un animal, en lugar de comprarlo en una tienda de mascotas.
Si quieres ver más de las fotos que ha sacado Sophie —todas son de perros—, puedes visitar su sitio web.
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