Tienes 12 años, eres distraído y asistes a un museo que tiene una exposición de obras antiguas y caras. Por donde lo quieras ver es una muy, muy mala combinación.
Yowch caminaba tranquilamente por la exposición cuando tropezó y se recargó en una obra llamada ‘Flores’, del pintor italiano del siglo XVII, Paolo Porpora. No hubiera sido tanto problema de no ser porque este chico hizo un gran abertura a la pintura y para colmo, salpicó refresco sobre ella. Así es como echas a perder algo que tiene 350 años de antigüedad.
Así quedó la obra después del incidente
No soy un experto en seguridad, pero hay algunas cosas obvias de esta situación:
1.- La única culpa del niño es dar un mal paso.
2.- ¿Por qué dejan pasar con alimentos?
3.- Los organizadores de la exposición no pueden dejar una tira nada más para proteger una obra de tal antigüedad, ¿no crees?
La familia y el niño no tendrán que pagar la restauración, Andrea Rossi, el responsable de la exposición, así lo declaró a los medios. Al parecer, todo está asegurado y Yowch ya tiene una historia que contar a sus hijos: la vez que destrozó una obra de arte de $1.5 millones de dólares. ¯\_(ツ)_/¯
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