Los asuntos de seguridad nacional siempre han sido prioridad en la Unión Americana, pero en fechas recientes se ha dado mayor sensibilidad hacia los individuos provenientes de China, en parte gracias a la creciente oleada de hackeos, supuestamente provenientes de aquella región. Tal situación se presta para malentendidos, como el que le sucedió a un científico chino que por almacenar pornografía en su computadora, fue acusado de espionaje.
Bo Jiang, de 31 años y ciudadano chino, realizó su doctorado en Estados Unidos y trabajó durante varios años en el Centro de Investigación de Langley de la NASA. Hasta que un día fue despedido junto a 280 personas, dado que la Agencia Espacial clasificó a sus países de origen como una amenaza para su información e instalaciones.
Pero ahí no terminó el asunto, en marzo pasado fue detenido por tener una laptop de su antiguo trabajo cuando iba a tomar un vuelo a China. El FBI lo acusó de querer compartir información privilegiada con el gobierno chino, aunque lo único que encontraron en la computadora fue pornografía y películas descargadas de forma ilegal.
Claro que al no encontrar nada que pudiera sostener la acusación de que Jiang es un espía, el Buró Federal de Investigaciones dejó ir al científico con todo y su pornografía, aunque este será uno de los casos más surrealistas en los crímenes de tecnología.
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