UPDATE:
La división de Uber de Tijuana se comunicó con Qore para compartir su postura oficial acerca del incidente y nos dijo lo siguiente: "Todos los tijuanenses tenemos el derecho de decidir cómo nos trasladamos libremente por nuestra ciudad. En Uber trabajamos justamente para ofrecer más opciones seguras y confiables de transporte privado. Lo último que Tijuana necesita es violencia." Los representantes de la empresa aprovecharon para informarnos que tanto el conductor como los pasajeros se encuentran bien y que por fortuna, este suceso no tuvo mayor repercusión que el momento incómodo.
Al margen de la respuesta formal de Uber, es importante mencionar que los beneficios de esta clase de servicios no son sólo para la gente de la localidad, sino también para los turistas, pues es bien sabido que algunas asociaciones de taxistas —en especial las que trabajan en las afueras de los hoteles— suelen cobrar una tarifa más alta cuando identifican que la persona está de visita.
NOTA ORIGINAL:
Parece que la batalla entre Uber y los taxistas de diversas ciudades mexicanas —y de todo el mundo— está muy lejos de terminar. Para ejemplo, en Tijuana acaba de darse un nuevo precedente: taxistas de la localidad detuvieron a un conductor de Uber y tras acusarlo de incurrir en actividades ilegales, lo amenazaron. El usuario tijuanagrass subió a YouTube y a MetaTube un video que sirve como evidencia de la desinformación que existe alrededor del tema, pues los taxistas aseguran que "Uber es una empresa que no paga impuestos", cuando en realidad, los comprobantes fiscales son una de las cualidades más convenientes del servicio.
A diferencia de lo que pasó en la glorieta de las Cibeles, en la ciudad de México, este nuevo incidente sucedió sin violencia y tras un intercambio de ideas con el pasajero que hizo la grabación, los taxistas dejaron libre a la unidad de Uber. Justo como explicamos en nuestra crítica acerca de la decisión del Gobierno del Distrito Federal de prohibir los servicios de Uber, la empresa sí podría considerarse dentro del marco de la ilegalidad, porque sus choferes no cuentan con permiso para operar bajo la normatividad de servicios de transporte de pasajeros, pero eso no significa que los taxistas tengan derecho de intervenir directamente.
Se trata de una situación compleja en la que debe intervenir el gobierno, pero no de manera arbitraria —ni conveniente para intereses políticos—, sino en beneficio de la población y en específico, de los usuarios que tanto señalan las diferencias entre taxis convencionales y Uber.
Deja tu comentario