La realidad virtual en su estado actual es "decepcionante e incompleta", al menos en palabras de Ken Bretschneider, el líder de la startup The Void, quien quiere crear experiencias VR verdaderamente envolventes. A diferencia de la tendencia —impuesta por Oculus y que ya se volvió popular en la industria—, la visión de esta empresa va más allá de un simple casco o visor; el objetivo, según dicen, es ofrecer espacios abiertos para que la gente pueda sentirse realmente inmersa en un mundo virtual y que no sólo sus ojos tengan libertad, también el resto de su cuerpo.
Los creadores de The Void están asociándose con varios estudios grandes para el desarrollo de juegos VR a la medida
La propuesta de The Void es muy ambiciosa, ya que en esos espacios de 300 metros cuadrados la gente tendrá oportunidad de correr, brincar y explorar los mundos virtuales sin la limitación de un asiento. Obviamente no es una experiencia tan liberadora, pues a fin de cuentas, se trata de un espacio confinado en el que hará falta aún más el ingenio de los desarrolladores para evitar que los usuarios se sientan encerrados. Al respecto, Bretschneider dice que además de diseñar este centro de entretenimiento digital, su equipo de 30 ingenieros está desarrollando la tecnología necesaria, incluyendo un visor con pantalla curvada que cubre 180° de la visión del usuario, así como el resto de los accesorios (guantes, armamento, sensores, etcétera), pues consideran que sólo ellos pueden lidiar con los problemas de latencia.
Y es que el desafío más grande de The Void no es hacer que las personas piensen que en verdad se encuentran en un mundo virtual, sino garantizar que esa sensación se mantenga en todo momento. Por ejemplo, el material de las habitaciones puede ser cambiado fácilmente según la necesidad —aunque de todos modos toma tiempo—, para que en caso de que la experiencia esté situada en una instalación militar, el piso y las paredes sean de metal; por otra parte, si la misión es en una casa embrujada, los acabados del cuarto VR son reemplazados por madera.
A simple vista, The Void es la evolución de lasertag, pero sus creadores buscan que la gente los vea como el futuro genuino de la realidad virtual: "No hay forma de aprovechar debidamente el VR con soluciones para el hogar, dado que el espacio es sofocante. Por eso estamos creando The Void, queremos que tantas personas como sea posible tengan oportunidad de experimentar estos mundos tan envolventes". El startup tratará de replicar su concepto en el resto de Estados Unidos, en Europa y en Asia —lástima, no dijeron nada de América Latina—, aunque primero necesita que funcione la primera versión, programada para llegar a Salt Lake City a mediados de 2016.
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