No es un secreto que CES está lleno de inventos extraños y a veces, hasta desconcertantes, pero al final, todas son ideas que tratan de ser novedosas. Un caso ejemplar se da con el autoproclamado Oculus Killer, que si bien funciona de manera similar que el Gear VR, incluye una pantalla montable que también sirve como consola portátil. Lo raro no es eso, sino que el dispositivo principal consta de un gigantesco casco que podría alojar dentro hasta un PlayStation 4 —o varias docenas de Tamagotchis—.
A simple vista es difícil saber si se trata de una propuesta real, o de un trolleo muy elaborado, sin embargo, las creadores del 3DHead dicen que el objetivo sí es hacer un producto genuino y más allá, que realmente se convierta en el verdugo de Oculus Rift. Obviamente cumplir esa meta no es sencillo, pero el multimillonario Alki David confía en que su gran inversión servirá para crear la experiencia de realidad virtual definitiva y no es para menos, es dueño del exitoso negocio de BattleCam, un servicio de streaming enfocado en la escena de los deportes de combate (artes marciales y lucha libre, entre muchos otros), así que, dinero no faltará.
Otra curiosidad del 3DHead es que en lugar de dividir la imagen para crear el efecto tridimensional, la pantalla recurre al método del Nintendo 3DS, de ofrecer autoestereoscopía sin requerir lentes especiales. Dicho de otro modo, el 3D está siempre activo, no importa si tomas la pantalla en su modalidad de consola, o si la tienes colgada frente a tus ojos. El equipo de desarrollo dice que la experiencia que ofrece su casco es más envolvente que el Oculus Rift. El inconveniente es que si quieres comprobarlo, tendrás que gastar cerca de $999 USD.
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