Carlos Lloret, responsable de Uber en España, confirmó la suspensión de los servicios de la compañía en aquel país, luego de que el Juzgado de lo Mercantil N° 2 de Madrid ordenó su cese temporal el pasado 9 de diciembre, esto en respuesta a la demanda interpuesta por la Federación Profesional del Taxi de Madrid.
Como era de esperar, la llegada de Uber –bajo la fórmula Uber Pop– hace 9 meses a España no causó gracia a los taxistas de ese país. A partir de entonces, iniciaron las protestas y los procesos legales en contra del servicio, bajo la el argumento de que éste acapara la clientela.
Aparentemente, la suspensión fue la única salida para la empresa, ya que desde el pasado 25 de diciembre, las tarjetas de crédito cortaron la comunicación con la aplicación, probablemente presionadas por la ley. Por supuesto, Uber tratará de apelar la resolución del caso con modelos alternativos para que sus conductores vuelvan a las calles.
De acuerdo con Lloret, mientras el servicio esté suspendido, los ejecutivos tratarán de adaptarse a las políticas españolas de transporte para diseñar un nuevo marco de circulación.
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