Con G Flex, LG dio el primer paso de una iniciativa para crear una nueva vertiente en el mercado de las pantallas: el de los paneles curvos y con propiedades flexibles. Si bien la propuesta del teléfono estuvo lejos de ser popular, sirvió como experimento para conocer las reacciones de la gente y, ahora, la siguiente fase de la estrategia consta de una pantalla OLED de 18" capaz de enrollarse hasta formar un tubo de 3cm de diámetro.
Lo interesante es que a además de doblarse con mucha facilidad, este tipo de pantalla permite cierto grado de transparencia. Dicha cualidad es opcional, gracias a que los diodos orgánicos que usa LG emiten luz por sí mismos, en lugar de requerir el panel trasero adicional que genera brillo en la tecnología LCD. Otro beneficio del OLED es que es sumamente delgado y que consume muy poca energía, así que la batería no necesita ser tan grande.
De momento sólo es un concepto en desarrollo y aún hay que resolver algunos problemas técnicos, como la durabilidad del panel; no obstante, el avance es tan prometedor que se espera tener lista la tecnología para iniciar la línea de producción en 2017, con la posibilidad de fabricar pantallas de hasta 50". Por supuesto, queda la interrogante de qué tanta utilidad hay en un televisor flexible y transparente, sin importar qué tan novedoso resulte su tecnología. En todo caso, LG usaría este método para imponer avances en el concepto de papel inteligente.
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