En las instalaciones de la NASA, en el Kennedy Space Center específicamente, el Venom GT, manufacturado por Hennesey Performance Engineering, alcanzó la velocidad de 270.49 millas por hora, equivalente a 435.31 kilómetros por hora. La pista de aterrizaje de transbordadores espaciales mide alrededor de 2.4 millas de largo y de ser más larga, quizá hubiera permitido al Venom GT conseguir una velocidad superior.
“Todavía estaba jalando”, dijo Brian Smith, el conductor. “Si hubiéramos corrido en un óvalo, habríamos alcanzado más velocidad. Al final de la pista, hubo un poco de dudas, pero ¡ey, vamos a 270 mp/h!”, agregó.
Según el libro Guinness de los récords, la marca no puede ser oficial, pues para ello deben ser fabricados, por lo menos, 30 Venom GT (actualmente sólo existen 11) y además, el automóvil tendría que hacer 2 recorridos en ambos sentidos de la pista, mientras que para esta prueba sólo se hizo 1.
Lo anterior quiere decir que Bugatti conserva su récord al menos hoy, pues su Veyron Super Sport corrió a 269.86 mph (434.29 km/h) sujetándose a las reglas de Guiness.
El Venom GT de Hennessey cuesta $1.2 MDD y puede desarrollar una potencia de 1244 caballos de fuerza.
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