RevMedx, un grupo médico conformado por veteranos militares, científicos e ingenieros, pidió a la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) que aprobara una nueva invención que podría revolucionar la forma en la que se atienden las heridas de bala en el campo de batalla. Se trata de una pequeña jeringa que sirve para inyectar esponjas miniatura que se expanden y detienen la hemorragia. La compañía asegura que la aplicación de la inyección aumenta considerablemente el rango de supervivencia durante la hora posterior a recibir el disparo.
El sistema conocido como XStat utiliza esponjas médicas comprimidas y cubiertas con chitosan, una sustancia que reacciona al contacto con la sangre y una vez que se encuentran dentro de la herida, tardan 15 segundos en expandirse. Lo interesante es que esta tecnología no sólo ayuda a la coagulación de la sangre, sino que hace innecesario ejercer presión manual en la herida.
XStat es administrado en dosis de 12 o 30 milímetros, de manera que puede ser utilizado para todo tipo de heridas. RevMedx reveló que, aunque se encuentra desarrollando una versión biodegradable, por el momento, las esponjas están marcadas para aparecer en las placas de rayos X, de manera que puedan ser retiradas de manera sencilla una vez que el paciente ingrese a un hospital.
John Steinbaugh, fundador de RevMedx, declaró que la idea para crear este producto provino de un kit para reparar llantas ponchadas y que, originalmente, experimentaron con espuma, pero que la presión sanguínea era tan alta que la diluía y la sacaba de la herida.
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