La impresora ChefJet es del tamaño de un horno de microondas y crea figuras geométricas complejas de azúcar o chocolate. Los terrones lucen deliciosos aunque su sabor deja mucho que desear, según quienes los probaron, así que los reposteros pueden estar tranquilos, su trabajo aún no está en peligro.
3D Systems, la compañía desarrolladora, planea comenzar la comercialización de 2 modelos de impresoras en 2014. El primero costará alrededor de $5000 USD y sólo podrá imprimir figuras de un color, mientras que el modelo ChefJet Pro rondará los $10,000 USD y creará dulces multicolores y fotografías comestibles de alta calidad para decoración de pasteles.
Para crear la ChefJet, 3D Systems trabajó con The Sugar Lab, pioneros en la impresión 3D con azúcar. "Esta máquina vierte un capa fina de azúcar y utiliza una cabeza de inyección de tinta para pintar sobre ella con agua. Esto permite que el azúcar se cristalice y endurezca, formando así un objeto en 3D", mencionó la vocera de 3D Systems para la BBC.
Esta no es la única impresora de comida que se encuentra en desarrollo. Barilla, la conocida marca de pasta italiana quiere que sus clientes impriman sus propios ravioli, fusili y rigatoni en casa. El rumor indica que la empresa italiana buscará comercializar cartuchos de masa para impresoras 3D, pero aún no existe confirmación por parte de la marca.
Otro equipo en Barcelona actualmente trabaja en el Foodini, equipo capaz de imprimir ravioli, gnocchi, pizzas y quiches en un sartén para posteriormente ser cocinados. El objetivo de los creadores no sólo es facilitar la manera en que cocinamos, también buscan motivar a los niños a consumir alimentos saludables y divertidos.
Faltan años para que las cocinas de todos los hogares cuenten con impresoras 3D y será un gran reto mejorar el sabor y calidad de los alimentos hechos a mano. Por el momento, las imágenes y posibilidades son fascinantes.
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