La gente de hace 50 años veía como ciencia ficción la tecnología que ahora usamos cotidianamente y si en ese entonces a alguien se le hubiera ocurrido pronosticar que el futuro daría pie a teléfonos inteligentes tan potentes y versátiles, probablemente lo tacharían de lunático. Y es que la evolución tecnológica toma en ocasiones rumbos inesperados, sorprendiéndonos con interesantes innovaciones que cambian radicalmente el estilo de vida.
Durante CES 2013 fue notorio (mucho más que otros años) que la integración de productos apuesta por unir dispositivos móviles, vehículos y electrodomésticos bajo una misma plataforma, a fin de que todo en el hogar esté conectado y lo puedas controlar con un mismo aparato.
Por supuesto, aún hay muchos retos, el primero y de mayor importancia es que cada marca quieren predominar, además de convencerte a que compres únicamente sus productos. El concepto de cuatro pantallas de Sony sigue dicha filosofía, beneficiando a aquellos que compran un televisor Bravia, un PlayStation 3, y un Xperia al permitir que transfieras contenidos de manera natural y sin contratiempos.
Del mismo modo, hay gigantes corporativos como Panasonic, LG o Samsung, que anhelan formar parte integral de cada aspecto de tu cotidianeidad, sea que conduzcas al trabajo, estés en la escuela, salgas de vacaciones o hagas el aseo en casa. Y para cada necesidad hay una solución. Lavadoras, refrigerados y hasta autos ya brindan compatibilidad con tu tablet, dejando que sin importar dónde te encuentres, controles tareas comunes con eficiencia y precisión. Aún no existe un androide en casa que se encargue de la lavandería o que limpie los pisos, pero de momento puedes programar tiempos y rutinas mientras no te encuentras en casa.
Muchos de estos productos aún no están disponibles, y de hecho, algunos son prototipos muy preliminares, pero la idea que aportan es fascinante. Un excelente ejemplo se da con FreshConnect de Whirlpool, que básicamente trata de un conjunto de cubos refrigerantes en los que puedes catalogar alimentos por su tipo y dado que la solución es sumamente modular, brinda la ventaja de ajustar la temperatura por separado para que así mantengas en alto la calidad de cada tipo de consumible; además, estaría conectada a proveedores misceláneos que sabrían cuándo hace falta reabastecer, siempre pendientes de una lista que ya preconfiguraste.
No todo es acerca de control remoto, las tecnologías emergentes buscan que obtengas máxima eficiencia con cada aparato que habita bajo tu techo, como el horno Discovery de Dacor, que por medio de una pantalla LCD de 7” potenciada sobre Android, deja que navegues en Internet, revises correos y resuelvas tus dudas culinarias, gracias a una aplicación centralizada en la que se listan recetas de toda clase así como algunos tips de cocina. Claro, puedes asignar rutinas de cocción, ajustar temperatura y tiempos con excesiva facilidad.
Es curioso, pero inclusive las actividades que parecieran no tener relación directa con los tecnócratas comienzan a tomar ventaja de los dispositivos electrónicos y de caso ejemplar pongamos a la Flower Power de Parrot, una barra sensorial que al clavarse en tierra junto a una planta, monitorea las condiciones ambientales y el valor de los nutrientes alrededor, asegurándose de que siempre estés consciente de lo que necesitan tus compañeros vegetales.
Al final, CES 2013 fue una probada adicional a lo que nos deparan los próximos años en conectividad doméstica, además de sentar un interesante precedente del rumbo que se está tomando. Los desafíos son mayúsculos y mientras no exista un común acuerdo entre fabricantes probablemente no veremos ese hogar inteligente ideal en el que todo funcione al unísono, pero hay estándares que prometen un poco de compatibilidad, como el uso de etiquetas NFC o la convivencia de aplicaciones a través de sistemas operativos muy distintos. Algo queda claro, todavía quedan muchas sorpresas en éste territorio y cada vez estamos más cerca de vivir ese sueño de completa integración tecnológica.
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