Todavía no me queda completamente claro por qué Apple decidió comprar Beats, en lugar de cualquier otra de las reconocidas marcas de audio. Pero sin importar la razón —sea por la tremenda popularidad de la marca de Dr. Dre, porque apela a más diversidad de gente o simplemente porque ya existía Beats Music—, hay una realidad que a mi parecer es innegable:
Apple tiene lo necesario para ganar la guerra de los servicios de streaming musical
Aún si Spotify es el actual dueño de la corona, todo indica que la propuesta de Apple eventualmente se convertirá en el monarca definitivo, en especial si consigue el apoyo de los sellos discográficos. No será fácil y tal vez necesitará mucho tiempo para llegar ahí, pero si la historia de la compañía nos sirve de indicador, los componentes para el éxito de ese nuevo servicio ya están reunidos.
Y es que a diferencia de lo que parece haber sucedido con el Apple Watch, cuyo lanzamiento fue principalmente para tener presencia en los wearables y no tanto para superar a la competencia, la fusión de Beats Music e iTunes Radio tendrá una finalidad muy relevante, al ser un gran complemento del resto de los productos de Apple —tanto dispositivos como plataformas—. Digamos que es el perfecto valor agregado, como Netflix lo es en una Smart TV, pero su concepto va más allá. La diferencia es que en lugar de hacer la guerra contra Spotify, Deezer y el resto en igualdad de condiciones, Apple Music —o como sea que se llame— centrará su estrategia en hacer más envolvente la experiencia de usuario y sobre todo, en asegurarse que sus rivales no puedan seguirle el paso. Para ello, Apple está apostando por perfeccionar lo que otros ya ofrecen: exclusivas más interesantes, contacto significativo entre los fans y los artistas, fácil acceso a información complementaria (letras de canciones, biografías, fechas de conciertos, etcétera) y más prometedor aún, un sistema de recomendación a la medida de cada uno de nosotros —sin importar que tan extraño sea el género que nos gusta—.
Dado que todavía faltan algunas semanas para el anuncio formal del servicio, que supuestamente sucederá en WWDC 2015, es complicado predecir con precisión cómo será la propuesta final, pero hay suficientes referencias para darse una idea general de cuál es el camino que está tomando Apple. De inicio, la nueva versión de Beats Music no dejará a un lado el ADN existente, por el contrario, lo aprovechará y hará una combinación con nuevas características, heredadas de iTunes. Al combinar las fortalezas de ambos servicios, Apple logrará consolidar una plataforma más completa que Spotify —en cuanto a cantidad de canciones, así como en beneficios para el usuario—, con más calidad que Deezer Elite, más amigable que Rdio y más cercana a los aristas que Tidal. Después de todo, es evidente que Apple repetirá el esquema de su App Store, al permitir que los músicos administren el contenido de manera directa, justo como los desarrolladores se encargan en persona de lo que sucede con las apps para iOS.
Las recomendaciones de Apple Music serán tan sofisticadas e inteligentes, que si escuchas Hunky Dory de David Bowie, te recomendará Transformer de Lou Reed
Dicho de otro modo, lo que Apple busca no es crear un simple repositorio de canciones, sino una experiencia en el sentido extenso de la palabra, para que la gente "experimente" todas las posibilidades de la música y no se limite a sólo escucharla. Parece complicado; no lo es. Beats Music mostró un poco de esa idea: mientras que un algoritmo se encargará de registrar minuciosamente tu actividad musical y vincular la información con tu perfil (edad, género, ubicación, preferencias, etcétera), un grupo de expertos —liderados por Jimmy Iovine y Trent Reznor— curarán las recomendaciones para que cada canción que te sugiera Apple Music sea casi perfecta para tu personalidad. Pero si los rumores son ciertos, la personalización musical irá más lejos, hasta el punto de que tu estado de ánimo ayudará a crear playlists a la medida. Eso lo hacía Beats Music con excelentes resultados, es evidente que con las herramientas de Apple, Apple Music lo hará mejor.
Ahora bien, una vez que dejamos claro que Apple Music tiene el potencial para ser lo que todos sus competidores juntos —y hasta más—, hay que considerar que Apple tiene un desafío mayúsculo para triunfar realmente en este contexto musical: convencer a las millones de personas que no tienen interés en pagar por un servicio de streaming. Spotify, quien lidera la contienda, ha tenido severas dificultades para convertir a los usuarios que usan su modalidad gratuita, en usuarios que contraten un plan de renta; y eso a pesar de que la mensualidad es barata en comparación a los demás. Dicen las malas lenguas que Apple planea solucionar ese problema jugando sucio, al obligar a sus rivales de abandonar el modelo de gratuidad —valiéndose de las disqueras para hacer presión—. De ser cierto, Apple no sólo estaría aniquilando sus oportunidades, sino que echaría atrás los esfuerzos de últimos años que hizo la industria musical para contrarrestar la piratería. Veámoslo de este modo: mucha gente tolera los anuncios de Spotify con tal disfrutar un colosal catálogo de música a la carta, pero si les quitan ese libre acceso, la mayoría optará por volver a torrentear. Hay personas que por más beneficios que les ofrezcas a cambio de su dinero, simplemente no se moverán de la comodidad de la música gratuita.
Apple Music está ante 2 fuerzas: los usuarios, que tenemos grandes expectativas y la industria musical, que al considerarlo su redentor espera usarlo para seguir ganado una fortuna por regalías
Esa situación que vive la industria musical en la actualidad es grave, ya que las disqueras dieron oportunidad al streaming para incrementar sus ventas y... al menos a simple vista, no lo están logrando. De ahí que Tidal trató de reinventar el concepto de esta clase de servicios —y aunque es pronto para decirlo, falló—. Por otro lado, que Taylor Swift le diera la espalda a Spotify podría considerarse una exageración ambiciosa igual a la que se hizo evidente con el proyecto de Jay-Z, pero al final, es innegable que los artistas más populares tienen un malestar categórico hacia los servicios de streaming —contrario de los indies que están sacando provecho del streaming para promocionarse—, malestar que podría encontrar alivio en los brazos de Apple. ¿Cómo? Esa es la mayor interrogante y todo sugiere que pronto descubriremos la respuesta.
Deja tu comentario