En 2005 Facebook y Twitter no existían, el Wi-Fi apenas tomaba fuerza y era una tecnología nueva, Nokia era el rey de los celulares, YouTube vio la luz del día, nada de lo que tienes en tu smartphone existía y estabas muy interesado en ponerle un fondo llamativo a tu página de MySpace que se viera bien en tu monitor de CRT. Es sorprendente cuánto ha cambiado el mundo en 10 años y es algo que me hace pensar en cómo serán las cosas en 2025.
En estos últimos 10 años, el smartphone cambió al mundo radicalmente. Gracias a él tenemos toda la información del mundo de manera inmediata en la palma de nuestra mano, así como entretenimiento, mapas de tráfico en tiempo real y mensajes instantáneos gratuitos. Al igual que en aquel momento de 2005, hoy estamos a unos años de adoptar una tecnología que cambiará bruscamente el panorama mundial para siempre: los coches autónomos.
Muchos expertos creen que la adopción del auto sin conductor será paulatina y que aún está a décadas de distancia, pero yo difiero, pues creo que esta predicción está basada en el pensamiento de que la comercialización de este medio de transporte será como la de los autos convencionales - en la que el consumidor compra un coche para sí mismo -, no se está considerando que la mentalidad de la sociedad está cambiando lentamente de la posesión de bienes a la prestación de servicios. Ejemplos de este cambio hay muchos, como la adopción masiva de Spotify y Netflix como alternativa a la compra de CDs y Blu-rays. En mi visión, el auto sufrirá el mismo destino que los discos como causa de un cambio de preferencia de posesión de autos a servicios de compañías como Uber, que te ofrecen un coche donde y cuando lo necesitas con un par de clics en tu teléfono.
En un futuro, Uber planea utilizar autos que se manejan a sí mismos para reemplazar a los choferes. Recientemente Travis Kalanick, director general de Uber, comentó que los conductores de los autos reciben cerca del 80% de cada servicio de la compañía. "La razón por la que Uber podría ser más caro es porque no sólo estás pagando por el coche - estás pagando por la otra persona en el coche," comentó Kalanick. "Cuando no hay otra persona en el coche, el costo de tomar un Uber [...] se vuelve más barato que ser dueño de un vehículo."
Durante este proceso de automatización la compañía cambiará el panorama económico del mundo, causará una muy importante pérdida de empleos en todas las industrias relacionadas con el sector automotriz, prevendrá miles de muertes e impactarán profundamente nuestro medio ambiente.
El interés de Uber en automatizar su flotilla de autos no sólo se expresa en las palabras de Kalanick, pues recientemente la compañía estableció una alianza con la Universidad Carnegie Mellon para la creación de un centro llamado Advanced Technologies Center en Pittsburgh, donde se desarrollarán tecnologías de automatización, robótica y cartografía.
Pero tal vez el actor más importante en el ámbito de la automatización automotriz es Google, quien ya tiene prototipos circulando en las calles de California y que, dicho sea de paso, invirtió $258 millones de dólares en Uber.
El concepto de los coches autónomo parece sacado de una novela vieja de ciencia ficción, pero la transición ya empezó y fue muy evidente en el pasado CES, en donde todos los fabricantes importantes de automóviles mostraron sus modelos sin conductor.
Entre los más entusiastas de esta tecnología está Elon Musk, director general y fundador de Tesla Motors, quien aseguró que sus coches de 2015 serán capaces de manejarse a sí mismos 90% del tiempo. Por su parte, General Motors anunció que sus modelos de 2017 tendrán una tecnología que les permite controlar el volante, acelerar y frenar a velocidades de 112 km/h y en tráfico pesado. Tanto Google como Tesla, predicen que en 2020 habrá coches en los que podrás subirte, dormir y despertar ya en tu destino.
Por supuesto el costo de estos autos es enorme y esto es lo que hace que muchos expertos crean que su adopción será lenta, pues piensan que la gente los comprará como productos personales, cuando en realidad quienes tendrán más interés en adquirir esta tecnología son compañías como Uber pues su implementación reduciría enormemente los costos de operación.
Esto es especialmente cierto si tomamos en cuenta que, de acuerdo con un estudio de la Asociación Americana de Automóviles, tener un vehículo cuesta, en promedio, $8946 dólares al año (sin contar su costo de compra). Este gasto duele aún más si consideramos que según una investigación de Morgan Stanley, un coche se maneja 4% del total de su vida útil, lo que significa que el 96% de su existencia está ahí, estacionado sin hacer nada.
Ésta es una verdad que puedes comprobar por ti mismo, pues en este momento tu auto está estacionado, echándose a perder lentamente. Sólo lo usarás un promedio de 40 minutos en llegar a tu casa, en donde se quedará quieto las siguientes 12 a 15 horas, sólo para que lo vuelvas a usar otros 40 minutos para llegar a tu trabajo (que tienes para pagar tu coche) y repitas el proceso hasta que necesites comprar uno nuevo, con el que... harás lo mismo.
Por supuesto para que esta tecnología tenga un impacto real, debe ser económicamente conveniente para el consumidor, y de acuerdo con recientes estudios de The Earth Institute of Columbia lo es, pues se calcula que tan sólo 9000 vehículos automatizados podrían reemplazar el total de los taxis en Nueva York y que los usuarios tendrían que esperar un promedio de 36 segundos por un viaje cuyo costo sería de $0.31 USD por un kilómetro, un precio 88% menor al actual.
Para que te des una idea del increíble costo de un viaje en un auto sin conductor, si decidieras tomar un Uber en el centro de México para recorrer los 85 km de carretera a Cuernavaca, sólo tendrías que pagar $26.35 USD, lo que hace ridículo pensar en gastar los casi $9000 USD anuales que cuesta mantener un vehículo, sin contar su valor inicial.
Implicaciones
Por supuesto, la automatización del transporte afectaría directamente a varios sectores y tendría implicaciones muy importantes para la economía global, pues resultaría en el colapso de compañías automotrices y todo lo que circunda la manufactura de autos tradicionales así como la industria del mantenimiento automotriz, la de refacciones, distribución y fabricación de piezas, seguros de auto, transporte público, estacionamientos, servicios de rentas de vehículos y muchas otras industrias que están directamente ligadas a que seas dueño de un coche. Pero no todo termina ahí, pues las empresas de paquetería y transporte de bienes también resultarían afectadas, pues sería mucho más fácil, rápido y económico contratar un trailer autónomo que lleve las cosas de punto A a punto B, lo que por supuesto se traduciría en una reducción de costos para el consumidor. En otras palabras, la implementación de los autos sin conductor cambiaría profundamente nuestra forma de organización social y significaría una revolución similar a la que trajo consigo la adopción de Internet.
Esta tecnología tiene varias implicaciones positivas, entre ellas está la enorme reducción de tráfico en las ciudades, pues se eliminaría una parte enorme de los vehículos en circulación y también desaparecerían la necesidad de estacionar tu coche, pues una vez que te bajas el auto arrancaría para recoger a otra persona. Se calcula que 30% del tráfico es causado por autos buscando estacionamiento así que viviríamos en ciudades con un mejor flujo de tránsito. Lo que me lleva a preguntarme, ¿Por qué seguiríamos viviendo en ciudades atascadas de gente cuando podríamos vivir en suburbios y transportarnos cómoda y económicamente a nuestros destinos?
El medio ambiente también sería impactado positivamente, pues estos autos serían eléctricos, lo que mejoraría considerablemente la calidad del aire. A esto se suman todos los recursos naturales que se ahorrarán al disminuir la necesidad (creada) de tener que cambiar tu auto cada 5 años, lo que reducirá las emisiones de carbono de todas las industrias involucradas con la manufactura de metales, plástico y otras piezas y también reducirá la basura en la que tu coche inevitablemente se convertirá con el tiempo.
Se calcula que el 90% de las muertes causadoas por accidentes automovilísticos se deben a error humano de implementarse esta tecnología se podrían salvar cerca de 30,000 vidas y se prevendrían 1.12 millones de heridos anualmente, tan sólo en EUA.
Para pensar en las implicaciones personales de esta tecnología, tan sólo cierra los ojos e imagina cómo impactaría tu vida el hecho de transportarte en un auto en el que puedes dormir, trabajar, jugar, disfrutar del paisaje o hasta convivir con alguien más en lo que llegas a tu destino, ¿A cuántos lugares irías y cómo afectaría tu desarrollo personal? Piensa que la estructura misma del auto podría cambiar, y podría ser un vehículo sin ventanas si quieres dormir, o hasta contar con un pequeño centro de entretenimiento.
Hay quienes creen que esta "Autopía" nunca llegará a ser realidad, pues a la gente le gusta comprar sus autos y manejarlos, y no estoy diciendo que esto esté mal, pero esta forma de pensar cambiará rápidamente pues usar un coche autónomo será más cómodo, rápido, económico, sencillo, seguro y práctico, las mismas razones por las que no ves a alguien con su carrito de super BMW de titanio en Walmart y por lo que la gente renta palos de golf en lugar de comprarlos.
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También habrá esas personas que aseguren que prefieren hablar con un conductor que viajar solas, y eso no será problema, simplemente tendrán que pagar 88% más para que los recoja un auto con otra persona a bordo.
Por supuesto hay cosas que tienen que aclararse muy bien antes de que este medio de transporte se implemente en la sociedad, pues se tiene que programar al auto a tomar decisiones en fracciones de segundo y si en un caso se presenta un accidente inminente en el que el auto tenga que elegir entre la vida del pasajero y la de un transeúnte ¿cuál será su elección?
También hay que pensar que si los autos sin conductor logran reducir la tasa de accidentes de tráfico de 50,000 a 10,000, las compañías como Uber no recibirán 40,000 notas de agradecimiento, sino 10,000 demandas, lo que complica su legalización y viabilidad.
La humanidad está cambiando gracias a la ciencia y a la tecnología, al igual que lo ha hecho desde sus inicios, pero siempre existe ese grupo de personas que se resisten al cambio pues este conflictúa directamente con sus intereses personales. Es por esto que la automatización del trasporte tendrá que afrontar grandes retos y obstáculos tanto de empresas automotrices, como del gobierno que impondrá un sin fin de regulaciones a su implementación. El cambio que promete esta tecnología amenaza directamente al sistema actual y a muchas estructuras que lo sostienen, pero a lo largo de la historia el progreso siempre se ha impuesto ante los intereses personales y el coche autónomo no será la excepción, pues es el siguiente paso del cambio de consciencia de tener posesiones a acceder a servicios.
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