En febrero del año pasado se estrenó en México la película El Código Enigma (The Imitation Game) que narra la vida de Alan Turing, uno de los genios más importantes del siglo pasado, pero que desgraciadamente permaneció en el olvido durante décadas. Si nunca habías oído hablar de él, no te sientas mal, pero continúa leyendo para que conozcas más de este increíble hombre que es considerado el padre de la computación.
Aunque uno de los principales objetivos de The Imitation Game es llevar la historia de Turing a las masas, historiadores, fanáticos y familiares del matemático se han quejado por las inconsistencias presentadas en la película protagonizada por Benedict Cumberbatch y Kiera Knightley. A pesar de que este biopic está basado en el libro Alan Turing: The Enigma, escrito por el matemático de Oxford Andrew Hodges en 1986, los responsables de la cinta tomaron algunas licencias artísticas para hacer más atractiva la vida del científico.
Por eso, en Qore pensamos que sería buena idea rendir tributo a Alan Turing por medio de este breve artículo en el que hablaremos de su vida, su papel en la Segunda Guerra Mundial y la importancia de su trabajo para el futuro de la humanidad. Si no has visto la película, debes saber que a continuación habrá algunos spoilers; sin embargo, debido a las diferencias con la historia original, vale la pena que además de ver The Imitation Game conozcas un poco más de quién fue Alan Turing.
Sus inicios y estudios
Alan Mathison Turing nació el 23 de junio de 1912 en Londres. Desde muy pequeño dio muestras de su impresionante inteligencia, pues aprendió a leer en 3 semanas y le interesaban los números y los rompecabezas.
Cuando cumplió 14 años entró en el internado Sherbone, donde conoció a Christopher Morcom, un entrañable amigo que más tarde se convirtió en su primer amor. Un par de años después leyó y comprendió por completo el trabajo de Albert Einstein, además de que continuó demostrando sus habilidades matemáticas. Lamentablemente, en 1930 Morcom falleció a causa de tuberculosis bovina, lo que destruyó a Turing y lo llevó a adoptar la convicción de que todos los fenómenos, incluyendo el funcionamiento del cerebro humano, se encuentran encarnados en la materia y también creía que el espíritu permanecía vigente después de la muerte, cuando era liberado del mundo material.
En 1931 ingresó en el King's College de Cambridge, un entorno de pensamiento libre. Ahí se relacionó con el trabajo de von Neumann acerca de los fundamentos lógicos de la mecánica cuántica, lo que le ayudó en su transición del pensamiento emocional a lo estrictamente intelectual. En ese momento su homosexualidad se convirtió en parte importante de su identidad.
Turing recibió una distinción especial cuando obtuvo su licenciatura en 1934, un año más tarde se convirtió en miembro y profesor del King's College y en 1936 recibió el Smith's Prize por su trabajo en la teoría de la probabilidad.
Entscheidungsproblem y la Máquina de Turing
El problema de decisión o Entscheidungsproblem planteaba la posibilidad de encontrar una manera sencilla que determinara si un problema matemático tenía solución. En 1936, Turing y el matemático estadounidense Alonzo Church, coincidieron y demostraron que era imposible desarrollar un método que resolviera ese problema. Lo curioso es que los 2 científicos llegaron a la misma conclusión de manera independiente y con sus propias teorías.
Turing publicó el estudio Los números computables, con una aplicación al Entscheidungsproblem, donde estableció el concepto Máquina de Turing, una calculadora que operaba a partir de una serie de instrucciones lógicas. Esto sentó las bases de los conceptos de algoritmo, programación y computadora que conocemos actualmente.
Ésta fue probablemente la aportación más importante de Turing a la humanidad y por eso ahora es reconocido como el padre de la computación moderna.
La Segunda Guerra Mundial
Los conocimientos y estudios de Turing fueron una pieza clave para los aliados durante la Segunda Guerra Mundial: fue uno de los principales colaboradores en Bletchley Park, la instalación militar donde se descifraban los mensajes codificados de los alemanes.
Sus aportes e inteligencia ayudaron a Max Newman y su equipo a diseñar la primera computadora programable llamada Colossus. Además, Turing y su grupo desarrollaron La Bomba, una máquina electromecánica basada en la investigación de científicos polacos, la cual permitió romper los códigos de la máquina Enigma para que los aliados pudieran anticipar los ataques y movimientos militares de los nazis.
Test de Turing y ACE
En 1945 comenzó a trabajar en el diseño de ACE (Automatic Computing Engine), la primera computadora de almacenamiento programado que ejecutó su primer programa informático en mayo de 1950. La versión completa que Turing había diseñado jamás fue construida, además de que abandonó el proyecto durante un tiempo debido a los retrasos en el desarrollo. En ese lapso, Turing se preguntó si una computadora podría pensar por sí misma, lo que sentó las bases de lo que hoy conocemos como inteligencia artificial.
Para comprobar su hipótesis, propuso un experimento que hoy se conoce como Test de Turing. Éste consiste en un juez ubicado en una habitación, que formula preguntas a una máquina y a una persona ubicadas en otro cuarto. A ambas se les permitía equivocarse o mentir al responder. Según Turing, si al final el juez no era capaz de diferenciar entre las respuestas del ser humano y de la máquina, significaba que ambos eran inteligentes. Lo que hoy conocemos como test CAPTCHA es justamente esta prueba invertida: la computadora pregunta para determinar si quien está del otro lado es un humano u otra computadora.
Muerte y reconocimiento póstumo
A pesar de increíbles descubrimientos, teorías y aportaciones que Turing hizo a su país y el mundo en general, las absurdas leyes en contra de los homosexuales de la época provocaron que este genio sufriera innecesariamente. En ese entonces, la homosexualidad era considerada un delito, así que después de que Turing aceptó que era gay, fue procesado y condenado. Se le permitió escoger entre ir a prisión o someterse a un procedimiento de castración química y prefirió recibir las inyecciones de estrógenos que ser privado de su libertad.
El tratamiento le provocó alteraciones físicas graves, lo que finalmente lo hizo padecer disfunción eréctil. En 1954, 2 años después de haber sido enjuiciado, Turing falleció al morder una manzana inyectada con cianuro. La principal teoría es que se suicidó, pero hay otras que hablan de un accidente o una conspiración de asesinato. Su castigo y muerte sin duda fueron trágicos, pero casi igual de lamentable es el hecho de que la historia lo mantuviera en el olvido durante varias décadas, simplemente por su orientación sexual.
Resulta increíble que haya sido hasta el 10 de septiembre de 2009 cuando Gordon Brown, el entonces primer ministro de Reino Unido, emitiera un comunicado para disculparse por el trato que su gobierno dio a Turing los últimos días de su vida. La iniciativa no fue de Brown, sino de la sociedad que organizó una movilización pública para exigir al gobierno que se disculpara oficialmente. En 2012 se denegó el indulto y fue hasta el 24 de diciembre de 2013 cuando Turing lo recibió por orden de la Reina Isabel.
Queda claro que el científico británico fue un genio que se encuentra dentro de la misma categoría que Einstein y Newton. Por eso creo que es importante que cada vez más personas conozcan su historia: en gran medida, es gracias a él que tenemos y usamos computadoras. Por otro lado, su sufrimiento también sirve para dar una importante lección en contra de la discriminación y a favor de los derechos humanos.
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