Perfeccionar un concepto no es fácil, pues se necesita de mucha experiencia para mejorar sus cualidades, pero sin llevarlo a los excesos, o peor aún, en el intento por innovar termina arruinándose la propuesta original. HTC domina a la perfección el tema del refinamiento y con su nuevo teléfono insignia, el nuevo One, lo demuestra una vez más, pues se trata de un equipo elegante, de uso accesible, con un diseño más atractivo y presencia premium que supera a la de su antecesor. En pocas palabras, es un admirable ejemplo de sofisticación.

Lamentablemente, muchos de los rumores resultaron falsos, así que la propuesta tecnológica de este modelo no es tan avanzada como se creía. Lo anterior significa que en su interior, este renovado One aloja un procesador Snapdragon 801, GPU Adreno 330 y 2 GB de RAM. Ahora bien, en comparación con la edición de 2013, se dio un incremento notable y, frente al resto del mercado, se posiciona como uno de los equipos más poderosos, pero si consideramos que la especulación más fuerte apuntaba a que tendría un Snapdragon 805, los componentes finales ya no suenan tan atractivos. Claro, eso no quita que a la fecha, sólo Xperia Z2 está por encima de la gráfica y únicamente porque tiene 3 GB en RAM. Lo cierto es que con sus recursos, el denominado M8 tiene lo suficiente para resistir la arremetida de las aplicaciones más demandantes, incluso lo que se lance el próximo año.

Hablando de software, una de las cualidades más llamativas de este One es que estrena una nueva versión de la interfaz propietaria de HTC, que en esta ocasión recibe el nombre de Sixth Sense (un juego de palabras en inglés que significa sexto sentido, refiriendo a lo intuitivo de la experiencia). La compañía presume que rediseñó cada aspecto del sistema operativo, en algunos casos hasta el último pixel, pero que todos los cambios se dieron bajo la filosofía de simplificar las cosas y hacerlas más accesibles. Como siempre, hace falta experimentar de primera mano lo que ofrece One para emitir un veredicto justo; sin embargo, es evidente a simple vista que cada elemento de la interfaz tiene un nuevo propósito, y como evidencia, la pantalla de inicio es mucho más flexible. En una referencia directa a KnockOn de LG, en el nuevo One basta tocar 2 veces la pantalla para encenderla y de ahí, elegir una de incontables opciones: contestar una llamada, ir directamente a BlinkFeed, activar la app de cámara, etc.

Que por cierto, además de los ajustes mínimos a los íconos o el hecho de que la composición de la interfaz es un poco distinta, también se realizaron modificaciones a BlinkFeed. Esta servicio, que funciona como agregado de noticias, ahora permite añadir contenidos de fuentes externas, así que al fin alcanzará su potencial completo; aunque es probable que siga sin equipararse a Flipboard. De complemento, esta segunda versión de One tiene otras aplicaciones utilitarias, pero nada sorprendente, como un control remoto universal con guía de programación televisiva e información deportiva actualizada. A diferencia de Samsung, HTC tiende a simplificar su oferta de software y aunque Sense 6 aún no alcanza el estándar minimalista de Android puro, se acercó lo suficiente. También ayuda que el teléfono viene con KitKat 4.2.2 y, según HTC, recibirá las actualizaciones vigentes tan pronto como sea posible.

Por supuesto, el tan rumorado sistema de cámara dual del M8 es tan interesante como se esperaba. No ofrece características exóticas, pero permite máximo control del enfoque, ya que, mientras uno de los objetivos captura cada detalle de la escena, la lente secundaria ayuda a medir la dimensión y profundidad de los objetos. La ventaja es que ambas cámaras están potenciadas por tecnología UltraPixel, esa técnica por la que el primer One fue tan popular y que en esencia reinterpreta los pixeles para calcular con mayor eficiencia la luz y los colores, con el fin de generar una imagen mucho más rica en detalles y, obviamente, más precisa, en relación a la realidad. Para el nuevo One, la compañía pensó en explotar esa cualidad aún más, así que agregó un par de herramientas adicionales, como Zoe, un método que dispara 20 fotos en modo ráfaga en conjunto con un video de 3 segundos a 1080p. El resultado es un breve documento audiovisual que se puede personalizar con música y filtros. Que hablando de efectos gráficos, la app de la cámara cuenta con numerosos opciones para dar vida a las fotos, desde los filtros creativos hasta permitir la selección del punto focal y con ello generar un bokeh, o aplicar una capa de tercera dimensión. Al igual que el resto de la interfaz, el software fotográfico fue simplificado y a la vez, permite mayor control al brindar ajuste de apertura, velocidad, niveles ISO y compensación.

Pero lo importante es que a pesar de los cambios, novedades e innovaciones del nuevo One, éste conserva la esencia de su antecesor, en especial en lo que refiere a fabricación. HTC explica que tanto en la conceptualización como en la manufactura se puso mayor atención a la experiencia de usuario, más que simplemente mecanizar el diseño. Y en efecto, la estética luce menos fría, debido a los acabados redondeados que reemplazan a la estructura afilada de hace un año, mientras que el aluminio cepillado transmite el mensaje de que éste es un teléfono de alta calidad. Si acaso el único defecto no es culpa de la arquitectura sino de la versatilidad, pues la pigmentación dorada de una de las variantes luce horrenda. Como sea, al margen de las opciones cromáticas lo cierto es que el nuevo One se suma a la contienda de los dispositivos grandes, pues con 5.76" de pantalla (la cual es 1080p) lucirá enorme en las manos de cualquier persona, pero se agradece que a cambio tiene apenas 9.35 milímetros de espesor y que pesa sólo 158 gramos.

Al final, One (M8) tiene lo necesario para triunfar y sobre todo, ofrece todo lo que cualquier usuario necesita: una experiencia accesible, excelente desempeño, diseño atractivo, cámara eficiente y complementos útiles. El desafío de HTC será recurrir a una mejor campaña publicitaria, pues aunque el One anterior también fue un ejemplo de sofisticación, vendió muy por debajo de la expectativa. Para atestiguar eso falta mucho tiempo, mientras tanto nos quedamos con que el teléfono estará disponible en más de 100 países a partir de mediados de abril (incluyendo gran parte de América Latina), con un precio aproximado de $699 USD.