Tesla está metido en un problema con la fabricación y entrega de su próximo vehículo eléctrico, el Tesla Model 3 y, para poder apegarse a sus tiempos, la compañía hará algo que va en contra de los procesos generalmente aceptados en lo que a la fabricación de automóviles se refiere. Generalmente, cuando una compañía automotriz comienza la producción de un nuevo vehículo, utiliza prototipos de maquinaria y herramientas diseñadas para ser modificadas conforme se hacen ajustes a las piezas finales del vehículo.
Esta maquinaria generalmente se desecha y reemplaza con maquinaria y herramientas permanentes, pero siempre y cuando el proceso de fabricación ya haya sido corregido y establecido. Tesla decidió saltar este paso y comenzar a usar la maquinaria final y permanente desde el principio. Esta decisión es arriesgada, ya que si el proceso necesitara cambios, estos tendrían que ser hechos en las máquinas finales, que son mucho más caras. Y como Tesla espera sacar muchas más unidades del Model 3 que de los actuales Model X y Model S, cualquier error en la fabricación podría resultar en retiros masivos de unidades, lo que costaría una fortuna a la compañía.
Por otro lado, Audio recientemente hizo algo similar en su nueva planta de fabricación y ensamblaje en México y, aparentemente, esto le ahorró cerca de 30% del tiempo que normalmente tarda en comenzar la fabricación. Y, a fin de cuentas, ir en contra de lo establecido es una de las formas en las que Tesla y básicamente todas las compañías de Elon Musk han podido triunfar. Habrá que ver si Tesla también gana con este arriesgado movimiento
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