Cuando Mark Zuckerberg fundó thefacebook en 2005, probablemente no tenía ni idea del enorme impacto que su red social tendría en el mundo algunos años después. Actualmente, Facebook es una de las compañías más importantes del mundo, con un valor de mercado superior a los $300 millones de dólares, y con una amplia gama de servicios a disposición de los usuarios. Al principio, la compañía sólo tenía una red social, pero con el paso del tiempo empezó a comprar otras empresas para añadir servicios a su cartera de productos. Algunos ejemplos notables son la compra de Instagram en 2013 y la de Whatsapp en 2014.
¿Acaso Facebook adquirió estos servicios para eliminar la competencia y darle más poder a su red social? En su tiempo, todas las pruebas apuntaban a que sí era así; a fin de cuentas, Instagram también sirve para subir fotos, y Whatsapp también sirve para mandar mensajes. Son redes sociales que a la fecha siguen creciendo día con día, por lo que su compra fue un movimiento bastante acertado por parte de Zuckerberg. En primer lugar, al adquirir estas redes sociales, Facebook aseguró que ninguna otra compañía las comprara o que en dado caso que éstas lo rebasaran.
Ahora, algunos años después, el panorama es diferente. Facebook no sólo no eliminó las aplicaciones. Al contrario, las ha impulsado con recursos y las ha dejado trabajar prácticamente de la misma manera que lo hacían antes (con algunos nuevos lineamientos, por supuesto). Mark Zuckerberg es más visionario, más ambicioso: quiere que Facebook se convierta en un ecosistema que sea utilizado por todos, para todo.
¿Teoría conspiracionista? En lo absoluto, simplemente hay que revisar los hechos. Sólo entre Messenger y Whatsapp, la gente del mundo manda más de 60 mil millones de mensajes diarios; cifra 3 veces más grande de lo que jamás llegaron a lograr los SMS. Tampoco hay que olvidar que ya se pueden hacer llamadas y videollamadas desde Messenger; y llamadas desde Whatsapp (además, todo apunta a que las videollamadas también llegarán acá muy pronto). Con este par de aplicaciones, Facebook ya tiene en su poder la mayor parte de la mensajería del mundo. Por otro lado, Facebook controla Instagram —la red social especializada en fotografías más grande del planeta—, la cual cuenta con más de 400 millones de usuarios activos mensualmente.
La compañía también está decidida a convertir Facebook en la aplicación para todo; pues características nuevas son añadidas constantemente. La recientemente añadida Mentions permite hacer video streaming en vivo, y le dio un duro golpe a Periscope de Twitter. También se está probando un nuevo layout para los news feed que se enfoca en facilitar la búsqueda de noticias al momento, para que ya ni siquiera tengas que ir a Google a buscar lo que sucede en el mundo. Instant Articles facilita aún más esta tarea, pues permite que los usuarios entren a los links de artículos de interés sin tener que dejar la aplicación.
Alguna vez Facebook desarrolló una interfaz que se integraba totalmente con el sistema operativo de tu smartphone (Facebook Home). Y aunque fracasó, ya era un indicio de lo que la compañía buscaba. Estar en todo y ser todo lo que necesitas.
¿Ya encontraste el patrón aquí? Exactamente. Zuckerberg y compañía están constantemente al pendiente de las compañías o funciones que cumplen las necesidades de los usuarios; y las adquieren, o desarrollan alguna nueva herramienta que haga lo mismo. Por supuesto que esta estrategia tiene una razón de ser. A pesar de que durante mucho tiempo Mark se negó a monetizar in extremis su plataforma, esta práctica cambió durante los últimos años: ya hay anuncios en Facebook e Instagram, e incluso puedes pagar para que cierta publicación tuya llegue a más gente.
Hace no mucho la compañía también reveló su propia inteligencia artificial "M" ,para competir con Google Now y Siri. Además, anunció una nueva plataforma para Messenger, la cual permitirá a los desarrolladores crear bots para que contesten y resuelvan tus necesidades desde la ventana de chat. Por ejemplo, pronto podrás marcar a una floristería y mandar un arreglo floral a otra persona sin siquiera tener que levantar el teléfono. De nuevo, la monetización entra en juego aquí. Entre los chatbots y M, seguramente Facebook se llevará unos cuantos millones de dólares por asegurar que todo funcione correctamente para las compañías interesadas. La red social también empezará a presionar aún más a los usuarios de móviles para que descarguen Messenger, pues dentro de poco tiempo ya no se podrá acceder a los mensajes de tu inbox si no es desde la aplicación... aunque entres desde navegador web.
Por supuesto tampoco se puede olvidar la compra de Oculus, con lo que Facebook también entró de lleno al desarrollo de una de las tecnologías emergentes y que seguramente será muy lucrativa en un futuro no muy lejano: la realidad virtual.
Finalmente, hay que mencionar que este crecimiento por parte de la compañía de Zuckerberg se debe a sus empleados y al empeño que ponen en ella día a día. Antonio Garcia Martinez, exempleado, aseguró en una entrevista que los trabajadores se involucran tanto en sus tareas y con la empresa, que esa parte de su vida se vuelve algo mucho más importante para ellos que una simple manera de ganar dinero. De manera preocupante, comparó a Facebook con una religión... o un culto.
El plan es claro. El mensaje que siempre da Mark Zuckerberg es cierto: "Facebook quiere ayudar a conectar a todas las personas del mundo". Si esto se logra a través de adquirir cualquier tecnología nueva o formar parte de cualquier nicho de mercado para lograrlo, —y ganando varios millones de dólares en el proceso— que así sea. Quién sabe, quizá en un futuro no muy lejano tu página de inicio ya no sea Google, sino Facebook.
¿Qué piensas de esta estrategia?
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