A pesar de que convives con tu voz todo el día, no te das cuenta en qué momento cambias el tono. Muchas personas ni siquiera reconocen el sonido de su voz cuando la escuchan en grabaciones; sin embargo, un estudio descubrió que nuestro tono de voz puede modificar nuestro humor.
Para comprobarlo, un grupo de investigadores de Suecia, Francia y Japón hicieron un experimento en el que pidieron a 100 personas que llenaran una cuestionario para medir su humor. Después, los participantes leyeron un texto de Haruki Murakami en voz alta para ser grabados, ellos podían escucharse a través de audífonos. Cuando los científicos tuvieron la grabación, usaron el software DAVID —que puedes descargar aquí— para alterar el tono y velocidad de la voz y hacerlos sonar más felices, tristes o ansiosos.
Los cambios no fueron muy drásticos, por eso, los participantes no detectaron cambios al escucharse —menos del 10% los percibió—. Pero cuando volvieron a contestar el cuestionario sobre su humor, éste también había cambiado: quienes escucharon sus grabaciones en tonos felices, se sentían mejor; mientras que las grabaciones tristes hacían que los narradores se sintieran afligidos.
Como conclusión, los investigadores creen que nuestro tono de voz depende de nuestras emociones, pero también al contrario. Si escuchamos nuestra voz feliz, nuestro estado de ánimo querrá imitar ese bienestar; lo mismo con la tristeza y la ansiedad.
Ahí tienes un tip para esos días en los que no te sientes alegre: sólo oblígate a hablar como si lo estuvieras y tu humor mejorará.
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