La Fundación Nacional de Ciencia invirtió la pequeñísima suma de $16 millones de dólares al desarrollo de implantes cerebrales diseñados para regresar el movimiento a personas con extremidades paralizadas. Los científicos entienden cada vez más cómo funciona el cerebro y ahora podrán hacer un puente artificial para conectarlo con partes del cuerpo que habían perdido el contacto.
Igual que Christopher Reeve, mejor conocido como Superman setentero, muchas personas pierden la movilidad de algunas extremidades por accidente. Reeve cayó de su caballo, se fracturó las vértebras y se seccionó la médula espinal. O sea, su cerebro se desconectó de la médula y ya no pudo mover todo su cuerpo.
Ahora, investigadores del Center for Sensorimotor Neural Engeneering (CSNE) de la Universidad de Washington están trabajando en un implante que manda señales desde algunas partes del cerebro a la médula o el resto del sistema nervioso para hacer que se mueva. En otras palabras, el increíble implante vuelve a permitir la comunicación entre el cerebro y el resto del sistema nervioso a pesar de haber sufrido accidentes.
El dispositivo, con el atractivo nombre de interfaz bidireccional cerebro-computadora, graba y decodifica las señales que genera el cerebro cuando tiene la intención de mover alguna parte del cuerpo, las transmite inalámbricamente a las áreas dañadas para estimularlas y permitirles moverse de nuevo.
La ronda de financiamiento proviene de La Fundación Nacional de Ciencia y su propósito es que el equipo de investigadores liderados por Rajesh Rao avance en el desarrollo de esta tecnología para que esté disponible en los próximos 4 años
El equipo planea usar el financiamiento para investigar la ética de estos implantes, pues tienen el potencial de cambiar el cerebro del paciente e incluso su personalidad, lo que plantea nuevos problemas y decisiones difíciles.”
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