De acuerdo con un reporte de The Asahi Shimbun, un equipo de investigadores de la Universidad de Osaka, en Japón construyeron y realizaron la primera prueba de un rayo láser denominado como LFEX, con una potencia de dos cuatrillones de Watts.
Para una comparación, en 2013 un láser de 50,000 vatios pudo derribar un avión no tripulado a dos kilómetros de distancia, por lo que dos petavatios es una potencia nunca antes vista.
El disparo de prueba duró tan sólo una billonésima de segundo, por lo que fue completamente seguro y la idea es poder estudiar el comportamiento de varias sustancias y materiales bajo condiciones extremas.
Sin embargo, esta prueba no deja de preocupar a algunos expertos, que temen que en el futuro, en vez de ser utilizado con fines científicos, pueda ser usado para desarrollar armamento destructivo.
Según Julio Soares, investigador de la Universidad de Illinois en entrevista para Popular Science, la potencia del LFEX puede tener una aplicación: desintegrar cualquier cosa que tenga por objetivo.
Especialistas creen que este láser puede abrir un debate sobre la sensatez de desarrollar este tipo de tecnología.
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