Según un nuevo estudio de L.E.K. Consulting, no todas las personas que ven una película pirata en Internet deben ser consideradas piratas profesionales. La mayoría de los consumidores que ven o descargan una película ilegalmente (94%) aseveran que también compran versiones legítimas. Uno de los resultados de las encuestas demuestra que aquellos usuarios que sólo de vez en cuando descargan o ven versiones no autorizadas de películas, lo hacen porque es más conveniente, por lo que es relativamente sencillo convencerlos de que paguen por contenido original.
Verance Corporation, empresa cuya tecnología se usa para identificar contenido pirata para redirigir al usuario a fuentes legítimas donde se rentan o compran películas, fue quién solicitó se llevara a cabo este estudio.
Una tercera parte de los usuarios que ven películas pirata son considerados ocasionales; estas personas mencionan que prefieren ver una copia legítima de los filmes, pero que muchas veces recurren al mercado negro porque se presenta la oportunidad o porque el título que quieren ver no está disponible en las tiendas o servicios de películas oficiales.
Estos resultados se obtuvieron a partir del levantamiento de 1070 encuestas en línea y 24 entrevistas a personas que vieron alguna película pirata en los últimos 3 meses.
El estudio también encontró que existen grupos de gente con distintos motivos y percepciones acerca de la piratería en línea, como los llamados “no hay problema”, quienes han visto películas pirata durante toda su vida y no le ven el problema a continuar haciéndolo. Otro segmento, los “entusiastas de contenido”, aman el séptimo arte, pero no cuentan con el dinero suficiente para pagar por todas las películas que desean ver. De manera similar, los “sensibles al precio” ven la piratería como una alternativa muy barata para entretenerse.
Alrededor de 1 de cada 6 estadounidenses mayores de 13 años consumen contenido pirata de manera activa, lo que significa que ven en promedio 23 películas ilegales al año.
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