De acuerdo con el diario The Harvard Crimsom, un miembro anónimo de la Universidad de Harvard se abrió camino al cluster de supercomputadoras llamado Odyssey, el cual pertenece a la universidad. El objetivo de la intrusión era minar Dogecoins en una competencia, actividad que ocupó una gran cantidad de recursos de los equipos de cómputo.
El cluster está compuesto por servidores Dell PowerEdge M600, los cuales corren Linux y reúnen un total de 14,000 núcleos. El propósito de las supercomputadoras está enfocado en actividades de investigación de ciencia y tecnología, y no pueden utilizarse para beneficio personal, tal como lo hizo el culpable.
No se sabe cuántas Dogecoins logró recolectar la persona en cuestión, pero esta fue expulsada de las instalaciones de computación de Harvard de manera permanente. No se sabe si se tomarán más acciones para prevenir situaciones similares.
El valor de Dogecoin es muy bajo (menor a un centavo de dólar), y minar la criptodivisa con una computadora común no es redituable. En cambio, el uso de un cluster de supercomputadoras como Odyssey transforma este panorama.
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