Después de causar mucha expectativa —como siempre—, Apple al fin presentó el iPhone SE, la respuesta ante la inquietud de muchos de sus fans de volver a las pantallas pequeñas. Pero lo interesante de este nuevo miembro de la familia no es únicamente que tiene 4”, sino que a pesar de sus compactas dimensiones, tiene el mismo poder que el iPhone 6s, justo como tanto predijeron los rumores.
Para mucha gente la llegada del iPhone 6 fue un respiro de creatividad, con sus curvas más acentuadas y un nuevo enfoque estético, pero para algunos amantes del diseño industrial —pueden decirnos conservadores—, se perdió un poco de la esencia tan sofisticada que había conseguido Apple con el iPhone 5s. El iPhone SE recupera ese concepto tan magistral y lo combina con un desempeño digno de competir contra casi cualquier equipo Android.
Entre otras cosas, esto es lo que viene dentro del iPhone SE:
- Procesador A9 de 64-bits
- Coprocesador M9 (para sensores más precisos)
- Batería mejorada en comparación con el iPhone 5s
- LTE y Wi-Fi más veloces
Pero la joya de la corona, al menos para los que adoran la cámara del iPhone, es que este nuevo modelo también heredó la capacidad fotográfica del iPhone 6s: 12 megapixeles iSight, flash Retina, Live Photos, video 4K y cámara lenta a 240 fps.
Y a pesar de que el iPhone SE no tiene 3D Touch, al menos es compatible con Apple Pay. La versión de 16 GB costará $399 USD, mientras que la de 64 GB estará en $499 dólares. Ambos llegarán a 110 países en mayo. La ventaja del tamaño, además de que será más manejable, es que tendrá compatibilidad con las carcasas y cubiertas del iPhone 5s.
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