Es muy probable que Netflix y todos los servicios parecidos —de video en streaming a la carta— terminen por reemplazar a la televisión tradicional. Hay mucha polémica al respecto y el argumento en contra es que la evolución del entretenimiento televisivo podría ir hacia otro rumbo. Tal vez, pero mientras tanto hay evidencia que dice otra cosa.
Según un informe del Business Bureau en cuanto a consumo de entretenimiento, el mexicano promedio ve aproximadamente 5.8 horas de televisión convencional a la semana, mientras que los usuarios de Netflix en México usan el servicio alrededor de 9.8 horas. En Totalplay la gente ve 5 horas en promedio y en Claro Video, 4.8 horas.
Lo interesante es que se trata de un fenómeno generacional, ya que el reporte dice que sólo 17% de la audiencia menor de 24 años no ve contenido televisivo en Internet. Y de las personas menores de 34 años, 1 de cada 5 no tiene acceso a algún servicio de video bajo demanda (VOD) o a descargas de Internet —piratas, obviamente—.
Podríamos pensar que la culpa está en el exceso de programas de pésima calidad —como las telenovelas en la TV nacional y los reality shows en cable—, pero la realidad es que tiene más que ver con los hábitos de consumo. La mayoría de la gente tiene tiempo de ver tele en la noche o durante el fin de semana, así que prefieren elegir muy bien sus programas, en lugar de apegarse a los horarios de un canal.
Y aunque Netflix no quiere revelar los secretos de su audiencia, es un hecho que hay más preferencia de ver Breaking Bad o How I Met Your Mother, que la enésima reinvención de "la sirvienta que se hace empresaria para vengarse del hombre que le destrozó el corazón".
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