Los bosques están muriendo, los ríos y lagos se secan, muchas ciudades están en peligro de ser devoradas por el océano y además de todos estos cambios climáticos, la economía global está en riesgo. El causante, según numerosas evidencias, es el calentamiento global. Y aunque todavía quedan muchos charlatanes y pseudocientíficos quienes aseguran que "no pasa nada", la verdad es más que evidente. Pero si es que quedaba alguna duda, el huracán Patricia acaba de darnos una bofetada de realidad.
Este fenómeno, que se ganó el apodo de "la tormenta tropical más monstruosa en la historia registrada" en muy pocas horas, tiene a los científicos perplejos, pues no fueron capaces de predecir su rápido crecimiento. Ningún modelo previo fue suficiente referencia, ni siquiera los antecedentes de El Niño. ¿Cómo es que con instrumentos de medición tan avanzados —en tierra y en el espacio— no se pudiera calcular que la tormenta iba a crecer tan rápido? La respuesta, según la comunidad internacional de meteorólogos, es que el calentamiento global está cambiando la forma en que se comportan los fenómenos de este tipo.
Después de todo, no es casualidad que el huracán Patricia escalara tan rápido en una zona marítima que en últimos ha registrado incrementos históricos de temperatura —entre 1 y 2 grados Celsius—. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dice que el agua caliente de la región del Pacífico que da hacia las costas mexicanas sirvió como combustible para que se desatara el poder de esta tormenta. ¿Por qué no había sucedido antes? Al parecer El Niño hizo que el agua caliente descendiera a mayor profundidad de lo acostumbrado —en relación con la superficie del mar—, hasta el punto de intensificar la presión atmosférica.
Y es que los numerosos huracanes de últimas fechas se originaron un poco más lejos de la costa en comparación con Patricia, así que aún había mucha agua caliente en espera de alimentar a la siguiente gran tormenta. Este aspecto en específico no está confirmado por todas las agencias meteorológicas de México y Estados Unidos, pero es la teoría más aceptada hasta el momento. Eric Black, del Centro Nacional de Huracanes, dice que "el terreno [marítimo] fue ideal para que Patricia creciera de manera exponencial".
Por otra parte, el hecho que Patricia sea un huracán relativamente pequeño —al menos frente al súper tifón Haiyan y al huracán Katrina— fue clave para que su intensidad estallara, ya que en su núcleo se compacta más presión atmosférica. Los investigadores del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Planetarias del MIT explican que el patrón de tormentas en el Pacífico es tan errático, que cuesta trabajo hacer una declaración definitiva de si el huracán Patricia es resultado del calentamiento global... o una simple casualidad.
Hurricane #Patricia approaches #Mexico. It's massive. Be careful! #YearInSpace pic.twitter.com/F5LgnjOjey
— Scott Kelly (@StationCDRKelly) October 23, 2015
Kerry Emmanuel, del MIT, dice "no hay duda de que es una tormenta excepcionalmente intensa, pero me pregunto si las tormentas anteriores en esta región [del Pacífico] también fueron afectadas por nuevos factores climáticos, o sólo ésta; tal vez ninguna reaccionó ante el calentamiento global". El experto asegura que los huracanes tienen la tendencia de reaccionar más a las condiciones locales, al crecer o reducirse, que a las tendencias globales.
Pero la incertidumbre de unos, es la certeza irrevocable de otros. Kevin Trendberth, coordinador del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos, considera que el calentamiento de los océanos están alimentando la potencia de las tormentas tropicales al aumentar la cantidad de vapor disponible a escala global. "Con el incremento de humedad en el ambiente de todo el mundo, las lluvias torrenciales pueden escalar rápidamente a tormentas tropicales de gran magnitud. Obviamente hacen falta condiciones específicas para que esto suceda, pero estamos ante una atmósfera que ya está siempre lista. El Niño y el calentamiento global están haciendo una gran contribución".
Lo cierto es que si el calentamiento global en verdad fue el principal factor para que el huracán Patricia se volviera tan monstruoso en poco tiempo, entonces estamos ante el principio de fenómenos climáticos más complejos y sobre todo, que no serán tan fáciles de predecir. Patricia es una tormenta que creció a esta magnitud a pesar de ser relativamente pequeña, ¿qué sucederá cuando un huracán mucho más grande incremente de tamaño de la misma forma que Patricia? Los científicos no pueden responder esa pregunta por ahora, lo cual, desde cualquier perspectiva, es preocupante.
Deja tu comentario