En una entrevista de 17 minutos para el periódico The Guardian, el célebre exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden, declaró que fue testigo de como los empleados intercambiaban fotografías de desnudos que eran interceptadas por los sistemas de espionaje.
“Se enlista a tipos jóvenes, de 18 a 22 años.”, comentó Snowden. “De pronto se les arroja a una posición de una responsabilidad extraordinaria en la que ahora tienen acceso a todos tus registros privados. En el transcurso de su trabajo diario se encuentran con algo que no tiene absolutamente nada que ver con su trabajo en ningún sentido necesario. Por ejemplo, la foto íntima de alguien desnudo en una posición sexualmente comprometedora. […] ¿Así que qué hacen [estos jóvenes]? Se voltean en su silla y se la enseñan a sus colegas. El compañero de trabajo dice: ‘Eso es genial. Envíasela a Bill’, y Bill se la envía a George y George a Tom y tarde o temprano estas personas han visto la vida entera de esta persona. Nunca se reporta. Nadie sabe de esto, porque la auditoría de estos sistemas es increíblemente débil. El hecho de que tus imágenes privadas, registros de tu vida y de tus momentos íntimos hayan sido tomados de un flujo de información privada que estaba destinada a un recipiente y se le dio al gobierno sin ninguna autorización ni necesidad específica, es una violación a tus derechos. ¿Por qué está eso en la base de datos del gobierno?”
El exanalista aseguró que fue testigo de varias ocasiones en las que se llevó a cabo este comportamiento y que la gente considera este tipo de rutina como uno de los beneficios de trabajar en agencias de vigilancia.
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